Capitulo 9

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Sintiéndome un poco torpe tome asunto en la silla que estaba frente a él, parecía mentira pero tenía muchas ganas de escuchar la verdad de su boca, creo que una parte de mi aun albergaba la esperanza de que todo lo dicho por Henry fuera una gran equivocación, ya que yo sabía que el jamás me mentiría, pero hasta el podría haber sido víctima de malos comentarios y de una información falsa, al menos eso quería creer yo.

— Faltaste dos días a clases...—comento sacándome de mis pensamientos—

— Si así es... yo estaba un poco indispuesta...

— Ok, quiero ver tu certificado médico—levanto su mirada esperando que respondiera—tenía que ser una broma, no tenía ni un certificado que justificara mis faltas—

— ¿Certificado?—enmarque mis cejas—

— Exacto ¿no dijiste que estabas enferma?

— Bueno si, pero Yesung...

— Señor Kim para ti...—respondió cortante, lo mire sorprendida ¿desde cuándo imponía tanta formalidad entre nosotros?—

— Señor Kim...—balbucee algo avergonzada—no tengo ningún certificado, no fue tan grave como para ir a ver a un doctor...

— Esta bien, por esta vez se lo dejare pasar, pero la próxima vez tiene que tener un justificativo, de lo contrario tendrá doble inasistencia, supongo que está al tanto de las reglas del establecimiento ¿Entendido?

— Si claro...—no entendía a que venía todo esto, solo habían sido dos simples faltas—

— Ok... eso en todo señorita (TN) ____ puede volver a sus clases—giro su rostro y volvió a concentrarse en su computadora— ¿Qué? ¿Eso era todo?—

Me levante de la silla y fui hasta la puerta, tome el picaporte pero antes... volví a darme la vuelta para enfrentarlo.

— Respecto a lo que paso el otro día...—me miro fríamente—

— No tengo idea de que estas hablando...

— De lo que me dijo Henry...—se puso de pie y camino hasta donde yo estaba, se apoyó en los bordes de su escritorio, se cruzó de brazos y me miro—

— ¿Confías en tu amigo Henry?

— Por supuesto que sí, el jamás me mentiría...—hable como si su pregunta fuera ilógica—

— Entonces no tengo nada que explicarte...

— E-entonces...—me sentía confundida, el no hacia más que oscurecer mis ideas—

— Entonces eso...—se aproximó a mí, quedo solo a pocos centímetros de distancia de mi cuerpo, apoyo una por una sus manos en la puerta quedando yo acorralada en medio—si tú le crees a tu amigo entonces yo soy lo que él dice...—susurro cerca de mis labios, era algo extraño, lo más rarísimo que me paso en toda mi vida, él estaba admitiendo ser todo lo que dijo Henry, pero esta vez no sentí miedo, sentía solo un calor recorrer todo mi cuerpo, como si estuviera pasando de a poco por cada espacio de mi cuerpo y a su paso lo fuera encendiendo con fuego mismo—

— Tu-tu... eres...

— Si...—dijo muy despacio cerca de mis labios—soy todo eso que tu amigo dice, un violador y un asesino...—negué con mi cabeza, no quería creer esto—tú dices que tu amigo no te mentiría... entonces...—se acercó a mis labios como siempre lo hacía antes de besarme y sumergirme a un mundo desconocido que cada día ansiaba más—créele a tu amigo...—abrí mis ojos y el ya no estaba a mi lado—

Tomo su chaqueta de la silla más unos papeles que estaban en una carpeta, me miro sin interés

— Cierra la puerta cuando salgas...—me quede allí como una tonta de pie viendo como él se marchaba—

HASTA QUE EL APARECIÓ   (con Yesung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora