Capitulo 48

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Leeteuk se iba hoy de viaje, el único motivo por el cual no estaba triste era porque sabía que era la última vez que el estaría fuera de Seul, ya nunca mas se iría a causa de su trabajo, se quedaría aquí, conmigo.

Había acordado con Leeteuk en que pasaría por él y lo acompañaría hasta el aeropuerto, así también pasaría algunos pocos minutos con él. Tome el auto de mi padre y conduje hasta la casa de Leeteuk. Cuando estaba a punto de entrar me detuve en la puerta al ver que la puerta estaba casi abierta. Sonreí ladeando mi cabeza, quizás Leeteuk lo había olvidado, cuando me adentre a su casa comprendí que no era Leeteuk quien había dejado la puerta entre abierta, sobre el sofá estaba el bolso de Luana, era claro que había sido ella. La sala estaba vacía eso quería decir que quizás estaban en el jardín o quizás en la cocina. Comencé a dirigirme hasta allí cuando me vi interrumpida por los gritos de Luana...

— ¿Cómo pudiste? ¡Eres un idiota! ¡Un grandísimo idiota!

— Luana para ya... yo...

— ¿Tu qué? Acabas de arruinarlo todo ¡todo!

— Escúchame...—la mirada de Leeteuk se centró en mí que en silencio me adentre a la cocina. Luana se dio la vuelta encontrándose conmigo—

— ¿Qué sucede?—pregunte en un murmullo dando unos pasos hacia donde estaban ellos—

— Que te lo explique Leeteuk...—añadió Luana molesta saliendo de la cocina completamente enfadad y furiosa también. Mi cuerpo y el de Leeteuk se sobresaltaron cuando se oyó la puerta ser cerrada con mucha fuerza—

— ¿Qué fue lo que paso?—pregunte acercándome a el—Luana parecía muy furiosa.

— Algo sin sentido—explico sirviéndose un vaso de agua—

— ¿Seguro? No parecía algo sin sentido—no dijo nada y volvió a servirse otro vaso de agua—supongo que es algo privado entonces...—dejo su vaso sobre la mesa y poso su mirada sobre mí—

— Ven aquí—tiro de brazo arrimándome a su cuerpo—créeme que fue algo muy estúpido. No pienses que estoy ocultándote algo—beso mi mejilla ciñéndome con fuerza con sus brazos—

— Ok—dije no muy convencida, si fuera algo nada importante entonces me lo diría, es lo que yo pensaba—

— Se trata del cumpleaños de Luana.

— ¿Qué pasa con su cumpleaños?—pregunte sin comprender que tenía que ver eso con su enojo—

— Sera en 5 días... y no estaré aquí...—explico con dificultad—

— Oh... es cierto, será su cumpleaños.

— Ya sabes que quería hacer un viaje entre los 4. Ella, Henry; tu y yo. Pero... no podré ir.

— Pobre Luana—musite pasando mis brazos por sus hombros—estaba muy entusiasmada con aquel viaje. Entonces... ¿estaba enfadada por eso?—el asintió—no te preocupes yo hablare con ella.

— ¡No!—pidió de golpe exaltándose—

— ¿Por qué no?

— Mi amor, Luana ya es grande y lo comprenderá tarde o temprano. Además tiene que entender que no todo se hace a su manera.

— Si tienes razón pero...

— Shhh...—puso su mano sobre mis labios—no le digas nada ¿ok? Cuando regrese hablare con ella y lo solucionare, podemos hacer ese viaje en otro momento ¿no lo crees?

— Ummm... supongo que si—el rio y tomo mi mano—

— Fin del asunto—miro el reloj y entonces jalo mi brazo llevándome con el—tengo dos horas para empacar ¿me ayudas?

HASTA QUE EL APARECIÓ   (con Yesung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora