HASTA QUE EL APARECIÓ (con Yesung)

Capitulo 41

Un gemido escapo de mis labios mientras volvía a mirar el anillo que estaba dentro de la cajita que el sostenía. Mi mirada nuevamente se posó sobre el intentando comprender lo que acababa de pasar aquí. Parpadee no sé cuántas veces tratando de decir algo a todo esto. Leeteuk tomo mi mano y fue entonces cuando sentí que volvía a mi realidad, la calidez de su mano me dio algo así como un toque de electricidad, al cual me fue imposible no reaccionar.

— ¿Qué sucede?—pregunto inclinando su cabeza observándome con curiosidad y preocupación a la vez. Algo muy racional ya que creo que habían pasado varios minutos y yo aún estaba sin hablar—cariño...—esta vez subió su mano hasta mi mejilla acariciándola—

— No entiendo...—murmure caminando dos pasos hacia atrás, Leeteuk me miro aún más perdido—no entiendo nada de esto...—lleve una mano hasta mi frente llevando mi cabello hacia atrás. Suspire apoyándome nuevamente en el respaldar del sofá—

— ¿Qué es lo que no entiendes?—camino esos dos pasos para poder estar cerca de mí—es una simple propuesta de matrimonio...—expreso levantando sus hombros y luego rio apoyando sus manos sobre el respaldar del sofá encerrándome allí, entonces acerco su rostro más al mío—bueno... no tan simple, ya que es la primera vez que lo hago—sentí su rostro demasiado cerca del mío, estaba haciendo eso que siempre hacia cuando intentaba hacerme sonrojar. Gire mi rostro hacia un costado sin moverme de donde estaba— ¿Qué es esa loca idea de que voy a terminar contigo?—interrogo riendo muy divertido, trague saliva todavía sin mirarlo— (TN) _____—tomo mi mentón obligándome a que lo mirase— ¿Qué ocurre? Estas muy extraña desde que llegaste, sin mencionar la manera fría en la que me hablas—sus ojos buscaron algún tipo de respuesta o explicación en los míos, pero se hallaron con nada—dime que sucede... ¿no quieres casarte conmigo?—apreté mis labios volviendo a mirar el anillo que había dejado sobre la mesa donde había una lámpara—¿es eso?—pregunto ahora con una expresión diferente en su rostro, esto ya no le causaba gracias—¿no quieres casarte con...?

— No me gusta que me mientas Leeteuk—hable con rapidez interrumpiéndolo, el arrugo sus cejas como si acabara de escuchar un disparate—

— ¿Mentirte? ¿Yo te eh mentido?—asentí queriendo escaparme de sus brazos, pero se aferró con fuerza del sofá impidiéndome salir— ¿de que estas hablando?

— Te vi con aquella mujer—dije con mi voz quebrándose—y entonces te llame y me dijiste que estabas en la universidad—los ojos de Leeteuk se abrieron con sorpresa—me has evitado todos estos días, es como si ya no quisieras estar conmigo, pareciera que te has hartado de mí, como si te diera igual verme o no. Ni siquiera me has preguntado porque no vine ayer... ¿tienes idea de lo es sentirse así?... Tengo miedo...—susurre esto último sin saber si lo dije claramente o no. De a poco me fui dejando caer en el piso quedando sentada allí para luego abrazar mis rodillas. Al cabo de unos segundos él ya estaba de rodillas en el piso junto a mí—

— ¿Por qué tienes miedo?—sí, me había escuchado, al ver que no iba a responderle entonces decidió continuar hablando—en primer lugar esa mujer con la me viste no es nada de lo que has creado en esa tonta cabecita—dio unos suaves golpecitos en mi cabeza, arrugue mis cejas haciendo mi cabeza hacia atrás, entonces él sonrió y siguió—su nombre en Bethany...—levante mis hombres sin comprender aun, su nombre no me decía nada—ven—sostuvo mi mano y me guio hasta el sofá. Se sentó sobre uno de ellos y luego jalo mi mano, caí sentada sobre sus piernas—Bethany es una amiga de mi infancia—continuo—la última vez que la vi fue antes de entrar a la universidad, se fue a vivir a Tokio para estudiar allí. Perdimos contacto y hace poco volvimos a encontrarnos, está reemplazando a una colega de la universidad donde trabajo...