Salí de la farmacia algo apenada, era la primera vez que compraba algo así, pero era muy necesario, camine hasta casa de manera rápida. Habían pasado solo unas horas desde que había ocurrido aquello con Yesung, cuando amaneció el volvió a su casa, casi no pude hablar con él, pero era mejor que se fuera, tenía miedo de que mis padres llegaran y nos vieran así, en ese estado.
Abrí la puerta de casa echando la llave, al girar me lleve un susto.
— ¡(TN) _____! ¿Dónde estabas?
— ¿M-mama?...—pregunte extrañada viendo que en la sala estaba mi papa— ¿c-cuando llegaron?—tartamudee al hablar, no esperaba que ellos llegaran tan pronto—
— Hace 45 minutos...—volteo mirando el reloj de la pared, mire a papa quien me saludo levantando la mano mientras leia el diario—¿Dónde estabas?
— Fui a comprar algo...
— ¿Y qué compraste?—me inspecciono viendo que no traía nada en mis manos—
— Fui a la farmacia a comprar algo para el dolor de cabeza...—mentí mostrando una sonrisa forzosa—
— ¿Te sientes mal cariño?—mi mama toco mi cabeza mirándome desde todos mis ángulos—
— Nada... solo es un pequeño dolor, no es nada grave...
— ¡Por favor cariño!... deja de agobiar a (TN) ______—agrego mi papa desde el sillón—ya no es una niña...
— No te preocupes mama... no es nada de verdad...—ella hizo una mueca no muy convencida—
— Esta bien... ve a tomar el medicamento que compraste y vuelve a almorzar... prepare muchas cosas ricas...
— Claro...—camine hasta mi habitación, cerré la puerta con llave y pase a mi baño—
Saque del bolsillo de mi jeans la cajita que contenía "la píldora del día después" cuando estuve con Yesung el no uso protección fue necesario comprar esto, agarre un vaso llenándolo de agua, saque la única píldora que contenía aquella caja y la puse en mi boca pasándola con agua. Me quite mi campera y vi varias marcas rojizas en mi cuello que descendían hasta más abajo, tome un buzo de mi armario que me cubriera más. Salí de mi habitación para almorzar con mis padres. Me senté junto a ellos sonriendo como casi nunca lo hacía, hable con ellos de tantas cosas, mi padre se vio sorprendido ya que nunca entablaba conversación con ellos, era una persona de pocas palabras. Mi madre noto mi cambio de estado.
— ¿Estas muy contenta hoy? ¿Paso algo?
— Nada...—sonreí tomando un poco de sopa—estoy igual que siempre...
— Pareces más alegre que nunca...—insistió ella—
— Debe ser porque los extrañe demasiado...—reí como si nada—
— Me gusta verte así hija...—dijo mi padre sirviéndome jugo en mi vaso—
¿En verdad estaba diferente? Entre a mi habitación después de cenar con ellos, ya era de noche tenía que ir a dormir, me quite la ropa y me tire sobre la cama, cerré mis ojos recordando todo lo que había pasado con Yesung, había sido mi primera experiencia con un hombre, seria aquello que recordaría por siempre, no había sido de la manera que siempre lo había soñado, fue salvaje y tuve miedo, pero desee tanto que fuera con él, aun sabiendo que era un asesino y había cometido otros delitos, desee aun que pasara esto, me costaba creer esto que sentía por una persona como el, pero ante él había caído, me había vuelto loca por el sin pensarlo. Me levante de la cama y me mire en el espejo mi cuerpo estaba lleno de marcas que el había dejado por mi cuerpo, no sentía repulsión, ni pena por eso, es más me gustaba, me gustaba como era el, me gustaba lo que hacía y lo que me hacía sentir.
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HASTA QUE EL APARECIÓ (con Yesung)
RomanceSINOPSIS ¿Por qué tenía que ser él? ¿Por qué de todos los hombres justo a ti tenía que verte así? (TN) _____ vive cuestionándose así misma por nunca haber estado con un hombre y cree que se quedara sola por siempre. Cree que nunca más encontrara a a...