Capítulo 15

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-En los tiempos ancestrales, la tribu de los Quileutes vivían en la reserva La Push. En una de las muchas expediciones de los guerreros encargados de comprobar la seguridad de los pastos cercanos al pueblo, se toparon con una criatura con apariencia de hombre. Cuando se acercaron descubrieron que su piel era increíblemente pálida y sus ojos de un color rojo escarlata muy impropio de los humanos. Tal y cómo otra leyenda ancestral indicaba, los nativos guerreros disponían de la capacidad para encarnarse en un animal de la naturaleza, un lobo. Combatieron contra aquel ser, descubriendo así su piel fría como el hielo, sus enormes habilidades para moverse y su fuerza y velocidad inhumanas. Algunos murieron en la lucha, pero finalmente consiguieron destruirlo. Los restos del cadáver de aquella cosa fueron trasladados a la aldea para consultar con el miembro más antiguo y sabio de la población. Éste, sabedor de la existencia de dicha criatura, la llamó: El Frío

Las partes despedazadas del El Frío acabaron quemadas siguiendo los consejos del anciano Quileute.

Después de un tiempo, la tribu fue atacada por más seres iguales que aquel monstruo desatando así una lucha entre los Fríos y los guerreros lobunos. Finalmente acabaron con los atacantes, pero también perdieron muchas vidas. Por tanto llegaron a la conclusión de que deberían proteger a su pueblo todos aquellos que tuvieran el gen de lobo. Con la necesidad de protección que había en el pueblo, el gen fue pasando de generación en generación y se cree que hasta la actualidad.

A lo largo de los años los Quileutes han ido protegiendo a la población de la amenaza que Los Fríos suponen. Únicamente algunos pueblerinos de La Push conocen y creen estas leyendas. -Termino de relatar Billy. -Bien, tomaremos un descanso, vayan a comer.

-Iré por unas hamburguesas ya vuelvo-dijo Brady levantándose del tronco. Las únicas que quedamos en la fogata fueron las chicas, todos los chicos corrieron a la mesa a devorar todo. Me quede en silencio observando el fuego.

-Emm ¿Podemos hablar?-preguntó Cristina haciéndose sonar los huesos, le sonreí y asentí. Desde que me fue a buscar a casa no le he vuelto hablar, ya no estoy enojada ni tengo rencor solo que he estado más atenta a Brady y Mike que a otras personas.

-Claro.

-Mira lo siento por no decirte este secreto pero no era el mío muchos menos me correspondía, entiendo tu rencor hacia mi pero solo quería decirte que yo te enserio te consideraba mi mejor amiga, me comprendes muy bien, tenemos la misma situación al ser madres jóvenes, pero por favor, tal vez en un tiempo volver con nuestra amistad. ¿Aceptas?-se disculpo hablando muy rápido, me daba ternura sus nervios al hablarme.

-No.-al oír mi respuesta su sonrisa decayó y bajo la vista a la tierra

-Oh bueno, por lo menos lo intente. -antes de que se fuera la agarre de la muñeca volteándola.

-No me dejaste terminar. No, porque nunca deje de considerarte mi mejor amiga, no te tengo rencor para nada, entiendo todo.-dije

-Entonces ¿todo bien?.

-Todo bien.

-¡Aaaaaaah, eso es genial, mañana tendremos noche de chicas, te extrañe un montón!-grito Cristina tirándose encima mío botandome del tronco, su grito asusto a la manada pero se rieron cuando nos vieron a las dos en la tierra.

En tu mirada <<Brady Fuller>>✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora