Capítulo 12

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Según mis cuentas hoy ya son dos semanas desde esa extraña conversación con Emma la cual me causó insomnio por el resto de la noche, como dije antes, han sido catorce días sin ver a Nate o más bien debería decir, catorce días de evitar a Nate.

Hasta ahora mi intento está saliendo bastante bien, él no ha hecho algo para acercarse a mi algo que agradezco, estos últimos días he estado en contacto con Jim lo más que puedo desde que está en Italia, creo que después de todo es agradable escuchar una voz conocida. En cuanto a Nate, a pesar de evitarlo sigue apareciendo en mi mente una y otra vez como un maldito eco, creo que estoy perdiendo la razón.

Quizás sólo estoy un poco paranoica pero es inquietante todo lo dijo Emma y por eso parezco loca cada vez que salgo de mi casa para tratar de no cruzar camino con Nate, Emma sigue con su absurda idea de que siento algo por Nate y que tarde o temprano lo buscaré otra vez pero yo creo que ella sólo está alucinando, sólo quiero alejarme lo más posible, esperar estos meses a Jim y ver como mi vida regresa a la realidad.

Creo que en todo este tiempo recién estoy conociendo el lado terco de Emma, sigue insistiendo sobre ese control de Nate que ejerce sobre mi.

Lo explicaré de una mejor manera, hay veces en las que conoces personas que son capaces de agradarle a cualquiera sin siquiera esforzarse y cuando regresas a casa te queda esa impresión de que es una buena persona, es exactamente lo que sucede con Nate, cuando lo conoces tienes una impresión muy diferente a la que se tiene usualmente, tiene esa habilidad de descifrarte, usa esa sensualidad para hacerte sentir confundida de una manera en la sientes una especie de pánico cuando no éstas cerca de él, Nate conoce perfectamente los pasos que debe dar para lograr hacerte adicta a él.

Y mierda, creo que está funcionando.

Él sabe como mirarte, tocarte, hablarte, hasta sonreírte, con un chico como ese debes ser muy cuidadosa porque sólo basta una pequeña distracción y pierdes el juego. Sé que Emma está sentada en la oscuridad con sus sonrisa malvada sólo esperando el momento donde pierda y salga a buscarlo pero sé que puedo contenerme, lo he hecho por dos semanas y lo haré el tiempo que sea necesario, le mostraré a Emma cuán equivocada esta.

—Hola Sophia ¿Cómo éstas?—levanté mi vista al notar a Emma frente a mi, ella agitaba su mano de un lado a otra, saludándome.

—Muy bien, Emma ¿Y tú?—le sonreí amablemente, tomé mi botella de agua y bebí de ella.

—También, ¿Cómo vas con... Ya sabes?— preguntó apretando sus labios refiriéndose a Nate.

—Aún continuó evitándolo —me encogí en hombros—Es un poco difícil pero creo que puedo manejarlo.

—Veo que te esfuerzas, ¿Estas últimas dos semanas has traído el auto de tu mamá para evitar encontrártelo en la calle?—ella comenzó a comer las papas fritas que se encontraban mi plato.

—Por supuesto —asentí —Si quiero evitarlo por completo debo aferrarme de verdad a eso.

—No entiendo porque lo evitas, si él ya sabe que tú estás con Jim, debería comprender cuando le digas que no quieres involucrarte más de lo que deberías —continuaba comiendo de mis papás—Sólo dile y problema resuelto, no lo evites más.

—Hay un pequeño problema con eso.

—¿Cuál?— rodó sus ojos.

—Él aun no sabe de Jim —tomé una papa y la puse en mi boca, observé como en un segundo su mandíbula cayó.

—¿QUÉ? ¿Acaso eres idiota? ¿Por qué no le has dicho?—exclamó sorprendida—¿Has salido por muchos días con él y aún no sabe que tienes novio?.

Sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora