Capítulo 36

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—Olvídalo Nate, no haremos eso, si nos atrapan sería muy vergonzoso y no pienso correr ese riesgo —niego una vez, son alrededor de las siete de la noche y aún continúo junto a Nate, él se encuentra en su escritorio revisando algunas cosas en su ordenador y yo estoy sentada en el sillón revisando mi teléfono.

—Si lo pensamos bien, no es tan mala idea, oh vamos cariño, será divertido —él continua escribiendo, luce tan irresistible cuándo está concentrado.

—No nos disfrazaremos ni espiaremos a Derek y a Emma en su cita, suena como un plan posiblemente fallido —levanto mi vista hacia él, Nate hace una mueca de desilusión.

—Es que no conoces a Derek como yo, es un asco en las citas, además Emma es linda y siendo sincero apuesto a que Derek se ahogará en su propio sudor antes de poder decirle algo, muchas veces le he dado mis mejores consejos pero eso parece no hacer cambio en él.

—¿Y tú como sabes eso? —Suelta una pequeña risa ante su respuesta y después alzo una ceja algo confundida.

—Tengo contactos —se encoge en hombros.

—Si, claro, por eso quieres espiarlo, no sería tu primera vez ¿Cierto?—pregunto y como si nada, asiente.

—Cada vez se vuelve más divertido, lo prometo.

—Pero una es la loca ¿No?—contesto sarcástica—Como sea, ya te dejaré trabajar, necesito agua y después iré a casa ¿De acuerdo?.

Me levanto del sillón llamando su atención.

—Ya casi termino esto ¿Por qué no te quedas y después vamos por algo de comida?—pregunta juntando sus cejas.

—¿Dijiste comida? —pregunto pícara, una sonrisa inocente se forma en sus labios y después asiente —Bien, me quedaré pero iré por agua.

—Te alcanzo en un segundo.

Camino hacia la puerta y salgo de la oficina dirigiéndome a un gran garrafón de agua, este se encuentra a unos cuantos metros de mi así que cuando llego tomo un pequeño vaso y me sirvo agua para después beberlo, cuando termino deposito el vaso en la basura.

Me sobresalto un poco cuando alguien toca mi hombro, rápidamente me volteo para ver quién es y cuando lo hago me encuentro con Allen detrás de mí, él mantiene una sonrisa nerviosa y también un poco incómoda, le sonrío de igual modo y por un momento estoy a un segundo de salir huyendo pero no lo hago, dejaré mi dramatismo a un lado.

—Hola, Sophia —me saluda colocándose frente a mi dándole la espalda a la oficina de Nate, me quedo observándolo, su barba comienza a asomarse, sus ojos grises son tan parecidos a los de Nate, es uno de los muy pocos rasgos que comparten, se necesita prestar mucha atención para encontrarlos —Te vi salir de la oficina de Nate y no estaba seguro de si debía acercarme y hablarte.

—Oh está bien, ¿Puedo ayudarte en algo?—Espero que su respuesta sea negativa, no pretendo ser grosera pero tampoco puedo pretender que todo ha estado bien, creo que el dio el paso equivocado en darse atribuciones que no le correspondían.

—Si, de hecho me gustaría hablar algunas cosas—él responde un poco más calmado.

—Bien, te escucho.

Allen mira a su alrededor hacia a unos cuantos empleados que continúan en lo suyo, él regresa se mirada a mí y hace una mueca extraña.

—¿Podemos ir a otro lugar? —pregunta curioso.

—No puedo, estoy por irme —niego sin dudarlo.

—Oh, que te parece si te llevo a casa y en el trayecto conversamos un poco.

Sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora