Capítulo 47

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Nate se queda mirando sin decir nada y no espero que lo haga, miro a Derek qué pasa sus dedos por su cabello y después me mira sin saber qué hacer.

—Yo en verdad te juro que no sé porqué hice eso, no recuerdo todo lo qué pasó pero cuando supe que ella sabía me sentí terrible, me siento muy mal y no sé qué hacer, si tan sólo pudiera hacer algo, haría cualquier cosa, quiero cambiar esa noche—Derek se pasa las manos por su cara y se talla los ojos para después quitarlas—¿Qué debo hacer?.

—Ya te dije lo que debes hacer pero todos tenemos distintas maneras de pensar así que si quieres intentarlo, adelante pero no te prometo que puedas lograr algo, ella está dolida—Respondo sin más.

—¿Sólo debo rendirme? ¿Sólo eso? ¿Qué hay de luchar por la persona que amas? No puedo simplemente dejarla ir.

—No puedes luchar por ella después de que la engañaste, te besaste con alguien más frente a ella, muchas personas perdonan porqué el amor por esa persona es mayor que su dignidad, Emma no es así, hayas estado consciente o no tu acto la lastimó y no creo que ella te perdone.

—¿Sólo me hago a un lado y dejo que se marche con él?—Pregunta y al instante asiento, creo que es lo correcto, Emma es mi amiga y sé que ella no podría perdonar algo así incluso aún que él estuviera ahogado en alcohol, un error es un error y ya nada puede borrarlo, sé que Derek la ama pero él es mi amigo y tampoco me gustaría verlo rogando por algo que es muy posible no consiga—Rendirme...¿Porqué debería hacerlo?.

—No hagas eso Derek, no te rindas, no puedes hacerlo, debes aferrarte, luchar y si en realidad perteneces ahí ella se encargará de perdonarte—ésta vez habla Nate, siento su mirada sobre mi pero no soy capaz de verlo—No seas de esas personas que se rinden sólo porqué se sienten débiles, porqué cuando seas fuerte de nuevo te darás cuenta que rendirte fue una terrible idea.

Sé que está hablando de mi pero no le discuto, estoy molesta con él, no hay razón para hacerlo pero lo estoy y punto.

—No sirve de nada aferrarte si cuando te dejan entrar de nuevo, prometes una cosa pero haces otra, haz lo que quieras Derek, suerte—le sonrío de boca cerrada, él no dice nada sólo pasa por un lado de mi y se dirige hacia donde se ha ido Emma junto a Noah. Nate y yo nos quedamos solos, Roxanne se queda atrás a unos cuantos metros de nosotros.

—¿Qué fue lo que prometí y que fue lo que hice?—Pregunta Nate, su voz es intensa y profunda, su acento está tan marcado que si no lo conociera me sentiría intimidada, levanto mi rostro y esa mirada me interroga poniéndome a temblar del nerviosismo.

—¿Quién dijo que me refería a ti?—pregunto, mi voz es firme, no dejo que se dé cuenta que aún me molesta verlo con ella.

—Sé que estabas haciéndolo —Responde, niego al instante.

—Pues te equivocas, en todo caso ya no importa porqué Derek ya no sé convertirá en un cobarde que se rinde cuando se siente débil, como sea, debo irme así que ya puedes irte, ella está esperándote —Miro detrás de él, la miro por poco y luego me doy la vuelta, escucho su suave risa, idiota.

—Maldición, amo cuando estás celosa, te hace lucir tan sexy y eso me hace querer lanzarte en mi cama y hacerte mía toda la noche hasta hacerte entender que no habrá nadie más porqué para mi siempre has sido tú—Dice profundizando aún más su voz, me detengo al escucharlo, mi interior se enciende al segundo y me molesta que aún tenga ese control sobre mi cuerpo, lo enciende sin siquiera tocarlo—Es la verdad, sólo te amo a ti, ella ya no significa nada y ya que estoy siendo honesto, fantaseo contigo todas las noches desde la última vez que te tuve.

Una sonrisa se escapa de mi boca, así que me volteo hacia él, aprieto mis labios para que no vea mi sonrisa pero es inútil, cuando él ve mi expresión sonríe también.

Sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora