Lo único que deseo en este momento es dejarme caer en el suelo, que alguien tenga compasión de mi y me saque de esta clase del demonio. La maestra ni siquiera se inmuta en ponernos trabajos, podríamos estar matándonos entre nosotros y ella ni se daría cuenta por estar hablando por teléfono.
¿Acaso alguien no comprende que necesito paz solamente?.
El ruido en el salón es demasiado que mi cerebro esta apunto de hacer erupción, Emma por su parte está a un lado de mi, contándome algo aunque parece que está hablando sola porque sólo la escuché como veinte minutos y después dejé de ponerle atención. Estar escuchando fragmentos de la dramática vida de Emma no es lo que deseo ahora mismo.
—¿Te lo imaginas? Yo le dije que no viniera pero ella parece no haberle importado —Dice Emma luciendo tan entretenida en lo que está diciendo, por lo que sé, esas muecas de desagrado me dicen que habla de su prima que detesta con cada célula de su cuerpo.
Como dije antes, no tengo ni una pequeña pizca de ganas que querer hablar o escuchar, no me siento del todo bien.
—Entonces la muy perra se apareció en mi casa con ese espantoso vestido verde, ella lucía cómo mierda recién salida de un elefante —sus ojos de color extraño están llenos de rabia mientras que sus cejas están muy inquietas por la forma en la que relata lo que sea que esté relatando.
Segundos después la maestra nota que el director se acerca, salta de su silla gritándonos un rudo "silencio" logrando hacer que mis oídos pudieran descansar, el director entra acompañado con una chica pelirroja con varias pecas, tenía un hermoso abrigo en un tono beige que resaltaba su blanca piel y unos jeans muy ajustados que sólo de verlos me sentía sofocada.
—Alumnos, quiero presentarle a Carolina, es nueva en esta escuela así que asegúrense de hacerla sentir cómoda —ordena el director mirándonos a cada uno —Señorita Hart, asegúrese de mostrarle el resto de la escuela después de clases ¿De acuerdo?.
—Si, director —Emma asiente mirando a la pelirroja que al instante le sonrió —Creo que renunciaré a esto.
—Si, sería una gran idea —asiento con pesadez, ella se gira hacia mí con curiosidad.
—¿Por qué lo dices? ¿Crees que soy mala?—pregunta quitando su cabello de su cara para poder ver mejor.
—Demasiado, en mi primer día se suponía que me mostrarías la escuela y en cambio de eso sólo discutiste con Noah.
Recuerdo aquel día.
—Él me pone de mal humor pero lo quiero — rueda los ojos y después sonríe.
—Y alumnos —Continúa el director, por un momento olvidé que sigue aquí —Recuerden que el baile de invierno será esta noche a las ocho, asegúrense de comportarse bien, los veo esta noche.
Escucho a Emma dar unos pequeños aplausos a un lado de mí que provoca que pusiera mi ojos en blanco, cuándo el director se fue aquella pelirroja se acerca y se sienta a unos cuantos lugares detrás de mí.
—Ese estúpido baile me ha dado vueltas toda jodida la semana —Resopló con cansancio — Ni siquiera tengo energías para agotar, estoy seca Emma.
—¿No es emocionante? Una noche de tranquilidad después de todo lo que ha pasado—Emma suspira y luego sonríe emocionada, no ha dejado de hablar de ese baile ni un segundo —¿Vendrás cierto?.
—Por supuesto que no, lo sabes —niego con rapidez —No es divertido ir a un baile y no tener alguien con quien bailar.
—Sophia, ha pasado un mes, mira el lado bueno, él ya sabe la verdad, no te quiere ver pero al menos estabas consciente de que eso iba a pasar —ella toca mi hombro sonriéndome—La vida sigue, amiga.
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Sin Control
RomanceHay algo en ese chico, algo en el azul grisáceo de sus ojos o en la exquisita fragancia que lo caracteriza, algo que no he logrado descifrar pero que sin embargo continúa arrastrándome directo hacia sus brazos. No sé quién es él, ni lo que busca en...