Justo ahora puedo decir que fue una mala idea decidir salir con mi cabello suelto pero, sin duda, más mala idea fue no traer una liga para poder amarrarlo, es un tarde fresca de jueves, un viento golpea mi rostro y despeina mi cabello haciéndolo volar por todos lados sin ningún control.
—Estúpido —murmuro para mi misma mientras tomo uno de mis mechones y después lo coloco tras mi oreja sujetándolo por varios segundos, si, digo varios segundos porqué el viento se encargó de volver a despeinarlo.
—Controla eso, es muy molesto, me distrae y me harás reprobar —Escucho a Noah sentado a mi lado, ambos estamos estudiando para nuestro exámen de historia que se aplicará el próximo Lunes, estamos en una banca junto al parque dónde hay una gran cantidad de niños jugando a unos metros de nosotros.
Lo miro, ruedo lo ojos y él lo nota, quizás por eso sonrío de lado.
—Esto es tu culpa para empezar, no me culpes a mi—tomo mi cabello y lo enrollo buscando alguna manera de controlarlo pero el aire sólo lo vuelve peor.
—Lo siento, no sabía que es mi culpa que el viento esté algo violento hoy—responde con sarcasmo en su voz, mi mira cortamente y después regresa a el libro entre sus manos el cuál sostiene con fuerza para que no perder la página.
—No hablo de eso, me refiero a qué hay tantos lugares para estudiar pero no, el señor Noah, quería estudiar en el lugar más ruidoso de mundo —respondo de la misma manera que él.
—Perdón por intentar salvar tu vida social, estás todo el día encerrada, es evidente que tus pulmones necesitan oxígeno fresco, no salir te está calcinando el cerebro —dice —No podía llevarte a una biblioteca, sería patético sacarte de estar encerrada en tu casa y después volver a encerrarte allí, tus pulmones me lo agradecerán luego.
Me guiña un ojo.
—Pues gracias, nunca nadie se había preocupado tanto por mis pulmones, como sea, sólo cállate —ruedo los ojos y regreso a mi libro, que al igual que Noah, sostengo en mis manos.
—Al fin—murmura—No, espera.
Él cierra su libro y se sienta cómodamente para mirarme, levanto mi vista y lo observo.
—¿Qué?—frunzo mis cejas.
—Ya no quiero estudiar, además, quiero decirte algo —dice —Estoy invitado a una fiesta, tienes que ir así que ni siquiera digas que no.
—No estoy segura que sea una gran idea, se acercan los exámenes y suficiente tengo ya para no tener los ánimos para una fiesta.
—No seas ridícula Sophia, somos jóvenes, tienes que vivir, experimentar, últimamente sólo hablas con tus paredes, necesitas conocer más gente.
—No.
—Reed, es la casa de la pelirroja de la clase de ciencias, sabes como es ella, por lo que estoy seguro que estará genial, además, es una oportunidad para distraerte, quizás y con algo de suerte encuentras a alguien más —él junta sus manos y hace un puchero con sus labios, sus ojos verdes lucen justo como los ojos del gato con botas.
—No gracias, en realidad me interesa aprobar este examen y esa fiesta es sólo una tentación llevándome al fracaso, así que no va a pasar —Niego lentamente y lo ignoro volviendo a mi lectura—¿Has visto a mi madre molesta? ¿No? Bueno yo si y créeme, esa clase de distracciones no me convienen.
—Bien, tendré que hacerlo por las malas —murmura para él pero logro escucharlo así que me rio.
—Inténtalo, será divertido —respondo volviendo a mirarlo.
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Sin Control
RomanceHay algo en ese chico, algo en el azul grisáceo de sus ojos o en la exquisita fragancia que lo caracteriza, algo que no he logrado descifrar pero que sin embargo continúa arrastrándome directo hacia sus brazos. No sé quién es él, ni lo que busca en...