Capítulo 53

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En cuanto me levanto me apresuro a tomar un baño, no me apetece arreglarme, así que me sólo me visto con lo primero que encuentro, ato mi cabello, tomó mis cosas y salgo. Son las 8 de la mañana. Nate se fue hace un poco más de una hora, tomo un taxi que me deja enfrente de la casa de mis padres, espero con todas mis fuerza que sigan aquí porqué no soportaría dejar esto así. Me bajo y camino hacia la puerta, no lo pienso mucho y toco la puerta, se abre de enseguida, mi ceño se frunce cuándo Jim abre la puerta.

Giro mis ojos y me apresuro a hablar.

—¿Tú que demonios haces aquí?—él no luce sorprendido, sólo me inspecciona.

—Luces cansada, pero bueno me ofrecí a ayudarlos ya que bueno tú, te fuiste con él—Ladea su cabeza un poco al mismo tiempo que alza una de sus cejas.

—Que considerado de tu parte —El sarcasmo acompaña mi voz—¿Podrías quitarte? Necesito hablar con ellos.

—No creo que ellos quieran eso.

—¿Crees que me importa lo que tú creas? Con permiso.

Jim se hace a un lado así que entro, todo está en cajas, estaba apunto de subir las escaleras cuando escucho sus voces en la cocina, me dirijo hasta allí sin que la mirada de Jim me abandone. Toco la puerta y después todo es silencio.

—¿Todo bien muchacho?—Escuchó la voz de papá.

—Ah... No papá, soy... soy yo, Sophia —Hablo con timidez, segundos la puerta se abre, los ojos miel de papá me miran confusos.

—Sophia, ¿Necesitas algo?—Su voz es fría y demandante, mi interior se aprieta y pide a gritos no llorar.

—Yo sólo quería, necesitaba hablar con ustedes antes de que se marcharan —Retrocedo cuándo veo a ambos salir de la cocina, Jim se concentra en mirar a otra parte y pretende no escuchar pero sé que es el más interesado en escuchar esto—Sólo quería decirles que lo siento, en verdad lo hago, que se está no fue una buena manera de hacer las cosas, no quiero que esto termine así, son mis padres y no puedo soportarlo, lo siento, lo siento tanto.

Miro a mamá que está en una lucha de contenerse o abrazarme.

—¿Él vino contigo?—Pregunta papá, niego en silencio, él asiente—Bien, somos tú padres y con mucho esfuerzo y sudor hemos luchado para que puedas tenerlo todo, siempre has tenido la certeza de que camino tomar para lograr tus objetivos, siempre has querido estudiar, viajar por el mundo, conseguir un empleo que te permita tener todo lo que has querido, solías estar tan centrada hace unos meses, sin distracciones y ahora,¿Te resulto tan fácil aceptar esa propuesta? ¿Él te está obligando?.

Mis cejas se fruncen.

—¿Qué? ¡No! Esto no es así, él no es así, ustedes lo conocen desde pequeño, saben que él...—me interrumpen.

—No Sophia, si somos honestos no lo conocemos, era un niño, se mudó y aquí creció tan lejos de nosotros, que haya cenado un par de veces con nosotros no significa que lo conozcamos, por mucho que lo quieras, no se gana el derecho de estar contigo.

—Yo lo conozco y es lo único que necesitan saber, sé que con él estaré bien, no tendrán que preocuparse —Respondo.

—Estuviste con Jim durante muchísimo tiempo y cuando nos mudamos aquí jamás cruzó por la mente de los dos hacer algo como esto, ahora, en el segundo que te enteraste que volveríamos a Nueva York corres hacia él y deciden juntarnos para decirnos todo eso como si fuera algo de lo que deberíamos sentirnos orgullosos—Papá pasa por un lado de mi haciéndome girar, ésta vez puedo ver a Jim que luce incómodo.

—¿Jim? Esto es lo que ustedes querían para mí ¿Verdad?—En el momento en que mencionó su nombre voltea hacia a mi—Querían tener mi vida planeada una vez más.

Sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora