Capítulo 31

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—Jim.

Me quedo sin movimiento alguno al verlo a tan sólo dos metros de mí, mi garganta se seca así que paso saliva con demasiada dificultad. A diferencia de mí, el rostro de Jim se ilumina al instante en que abro la puerta, sus ojos lucen realmente azules, justo como los recordaba y su sonrisa es demasiado grande que provoca un gran dolor en mi pecho, un dolor tan horrible que hace que mi cuerpo comience a temblar sin ningún control.

Él está aquí, frente a mí, frente a Nate, sonriéndome de la manera tan especial que siempre me mantuvo capturada desde un inicio, luciendo tan cálido y fresco a la misma vez, con esa luz que lo distingue de otros. Sin embargo, mi mente le pide a gritos a mi cuerpo que salga corriendo sin detenerme pero éste no obedece, por más que quiero no puedo moverme.

—¿Qué haces aquí? Regresarías en un mes —hago mi intento por hablar claro pero la ansiedad que mi cuerpo siente ahora mismo no ayuda mucho a esta situación así que mi voz tiembla un poco.

Claramente mi pregunta lo lastima un poco, sé que esperaba que me lanzase directo a sus brazos y me consumiera en el sabor de sus labios, pero no sería así, no podía hacerlo más.

Jim rápidamente intento ocultar su dolor y sonrío de nuevo.

—Lo sé cariño pero los pendientes terminaron antes de lo esperado y quise venir a darte una sorpresa —sus hombros se encogen y sus labios esbozan esa inocente sonrisa —No tienes idea cuanto he esperado para verte, ¿No piensas darme un abrazo?

—Yo... —tartamudeo un par de veces pero sin embargo no logro responder nada, Jim sonríe y ladea un poco su cabeza —Pensé que...

—Vamos cariño, no creí que te sorprenderías tanto, ven dame un beso Sophie —Ese tono burlón que es tan familiar para mi hace que regrese a la realidad.

Mierda.

Parpadeo un par de veces más y en el momento que suelta sus maletas y lo veo dar un paso hacía mí, mi cuerpo reacciona haciéndome retroceder, lo que provoca que mi espalda choque con el pecho de Nate, Jim al notarlo se detiene y frunce el ceño al no comprender nada de lo que sucede —¿Está todo bien?.

—Si... Yo sólo necesito... un poco de aire —aclaro mi garganta para intentar hablar pero simplemente las palabras no me salen, él sonríe y se acerca a mi tomando mi mano, jala de ella hasta acercarme a él.

—Ven, no seas payasa —dice burlón envolviendo sus brazos a mi alrededor, no respondo a su abrazo, sólo me quedo quieta como si fuera una piedra pero aún así él no me suelta hasta segundos después que enfoca su vista en Nate —Tú debes ser Nate, mucho gusto soy Jim, el novio de Sophia.

Jim se aleja de mí para caminar hacia Nate extendiendo su mano amistosamente, Nate duda varios segundos en responder pero al final lo hace, ambos unen sus manos y las agitan un par de veces.

Nate no dice nada, sólo permanece observando a Jim, analizando cada movimiento que intentará hacer conmigo, definitivamente que Jim se presentará como mi novio, no le hacia ninguna gracia.

—Tus padres fueron a ver la casa nueva de nosotros y mientras esperamos el camión de la mudanza nos quedaremos aquí un par de días—Dice regresando a tomar su maleta. Me tenso al escucharlo, ¿Qué? ¿Era necesario.

—¿Qué?—lo interrumpo —No pueden hacer eso.

Jim frunce el ceño extrañado ante mi conducta.

—¿Por qué? ¿Hay algún problema?.

—Es sólo que, ¿Es necesario quedarse aquí? No hay lugar suficiente para todos en este lugar.

—Pero tu madre dijo que si la había, además en caso de que tuvieras razón, podemos compartir cama, ya lo hemos hecho antes ¿Recuerdas cariño? —Dice algo confuso, no quise voltear porque la reacción de Nate es lo menos que quiero ver ahora.

Sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora