Nate atrapaba mi labio entre sus dientes mientras mis manos se dedicaban a desabrochar los botones de su camisa, las manos de Nate apretaban mis muslos y los acarician. Quité su camisa recorriendo cada rincón su perfecto pectoral desnudo, esta vez él volvió a cargarme dirigiéndome hasta la recámara, cuándo llegamos me lanzó a la cama, él con rapidez empezó a quitarse el cinturón para lanzarlo hacia el suelo por mi parte me quite la blusa quedando en sostén, Nate se abalanzó encima de mi atacando mi cuello.
Él regresó volviendo a besar mi labios, poco a poco empecé a empujarlo hasta que logramos girar quedando ahora yo encima de él, con lentitud fui bajando hasta dejar besos húmedos en todo su pecho y abdomen.
Su piel y junto a la mía era una peligrosa combinación creada por el diablo.
Su respiración acelerada llegaba a mis oídos haciéndome sonreír, subí a rostro de nuevo, Nate me tomó del cuello y me besó delicadamente sin ningún tipo de prisa, sus manos se movieron hasta llegar a mi espalda deteniéndose en el broche de mi sostén, se acercó a mi oído y susurró...
—Vas a perder —susurró dando una pequeña mordida a mi oreja y seguido de eso me sonrió.
—No estés tan seguro —afirme besando sus labios, él desabrochó mi sostén haciéndome quedar expuesta a él.
—Sophia... Sophia... ¡SOPHIA! —gritó Emma en mi oído haciéndome regresar a la realidad, la miré fulminándola.
—Maldita sea Emma, definitivamente naciste para arruinar los buenos momentos —respondí de mala gana, ella sonrió burlona.
—Perdón por interrumpir tus eróticos recuerdos con Nate.
—Oh cierra la boca —bufé, llevé ambas manos a mi rostro con pereza para después tallarme los ojos —Estoy agotada.
—¿Cómo no terminar agotada con un hombre como ese?—suspiró, quite mis manos haciendo una mueca de desapruebo.
—Les recuerdo que estoy a diez centímetros lejos de ustedes, por lo tanto, puedo escuchar cada cosa que dicen y no es agradable proyectar esas imágenes de Nate y Sophia en mi cabeza —habló Noah a un lado de mi rodando sus ojos, reí en mi interior.
—Noah, hazte un favor y consiguete una novia para que puedas ocuparte de tu propia vida —Emma le guiñó ojo lo que me causo risa.
—¿Mi propia vida? Lo dice la loca que esta pegada escuchando cada fragmento de la vida de Sophia —bufó gruñón.
—Esto es distinto —lo fulminó.
—¿En serio? Porque no me dices en que es diferente.
—Ya besense —bufé. Si él tuviera de habilidad de asesinar a alguien con la mente definitivamente me mataría a mi en este momento.
—Cierra la boca, Sophia —dijo Emma molesta.
—Jóvenes, ¿Quieren bajar la voz o estarán en problemas? —Ordenó la maestra frente a nosotros cruzando sus brazos, los tres sólo asentimos y nos mantuvimos en silencio el resto de la clase.
Ni siquiera me interesaba la clase, sólo deseaba revivir la experiencia recordando cada detalle...
—Sophia —murmuró Nate mientras me dedicaba a dar leves mordidas a su labios. Pasé mi mano por todo su marcado abdomen, sentirlo me excitaba tanto.
Mis dedos recorren la tinta negra que tiñe un pequeño pedazo de su piel justo en su clavícula izquierda.
—¿Si? —lo miré por un segundo, sus ojos son oscuros debido a su pupila dilatada, sus labios estaban muy rosados, su respiración acelerada. Él colocó sus manos en cada lado de mi rostro haciéndome mirarlo directamente.
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Sin Control
RomanceHay algo en ese chico, algo en el azul grisáceo de sus ojos o en la exquisita fragancia que lo caracteriza, algo que no he logrado descifrar pero que sin embargo continúa arrastrándome directo hacia sus brazos. No sé quién es él, ni lo que busca en...