Capítulo 49

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Es lunes, la semana ha iniciado una vez más, Emma está a un lado de mi sacando los libros de su casillero, luce mejor que los días anteriores y quizás sea porqué se ha puesto un poco de maquillaje. No sé si en verdad quiere salir de eso o si en realidad sigue igual y sólo quiere cubrir sus ojeras.

Sigo observándola en silencio, ni siquiera sé qué decirle, sólo estoy recargada en los casilleros viéndola sacar libros.

—Deja de mirarme así, es tétrico —Ella voltea rápidamente enfocando sus ojos verdes en mí, me sonríe y suelta una pequeña risa, toma sus libros necesarios y cierra su casillero—Estoy bien, en realidad, estoy muy bien, lo que es extraño porque es lunes.

—Ayer me dijiste que me fuera por que querías estar sola, creí que ni tan siquiera vendrías hoy—Digo separándome de dónde me encontraba recargada, ella se encoge en hombros.

—Bueno, ayer fue ayer y hoy es hoy —Responde sin más.

—No me digas, mañana será mañana —No puedo evitar reír cuando la veo mirarme con desaprobación —Lo siento, sólo quiero asegurarme de que en realidad estés bien, no te había visto toda la mañana y de repente apareces como si nada y sonriendo, no sé tú pero a mí me resulta aterrador.

—Estoy bien, es sólo que me di cuenta de que quizás llorar no fue una buena decisión, estuve hasta tarde terminando tarea que no hice durante el fin de semana así que digamos que tome pequeñas siestas en los baños, ya descanse un poco así que me siento como nueva—Responde riendo, segundos después ella deja de reír y mira el reloj en su delgada muñeca—Mierda, llegaré tarde, adiós Sophie.

—Adiós, Emma.

Se acerca con rapidez, me da un corto abrazo y sin decir nada más sale corriendo hacia su siguiente clase, bueno prefiero verla dormida en los baños por hacer tarea que verla llorar todo el día pensando que la vida ha terminado ahí. Bien, es mi turno, pongo la combinación de mi casillero y lo abro sacando mis libros necesarios.

—Hola, necesitamos hablar —Me sobresalto al escuchar una voz detrás de la puerta de mi casillero, no hace falta ser adivina para saber a quién pertenece.

Cruzo mirada con el azul cristalino en sus ojos y después regreso a mi casillero.

—No tengo nada que hablar contigo.

—Por supuesto que sí, esto que tengo que decir es muy importante, y créeme, te conviene saberlo.

—Desaparece de mi vista, por favor —Ruedo los ojos, Jim cierra la puerta de mi casillero haciéndome retroceder un par de pasos, sostengo los libros en mis brazos para después mirarlo por poco tiempo y finalmente caminar pasando por su lado.

—Sophia Reed, es enserio —Se apresura tomando mi brazo y jala de él haciéndome voltear—No puedes simplemente expulsarme de tu vida, te recuerdo que estudiamos en el mismo lugar, nuestros padres son amigos, así que seguiremos encontrándonos pero por favor, es muy importante.

—Ahórrate lo que tengas que decirme, no me interesa saberlo —Me zafo de su agarre, intento alejarme pero él se acerca con rapidez y me toma de nuevo.

—Sophia, es muy importante, tienes que escucharme, escucha esto es serio, muy serio y complicado, en verdad tienes que saberlo, sólo no te lo puedo decir aquí, es privado—Dice y ruedo los ojos.

—Ya déjame, debo irme, no tengo tiempo para tus juegos así que no pienso perder mis clases por ti—forcejeo un poco tratando de escapar de él pero lo único que logro es causar un poco de dolor en mi brazo debido a la fuerza que ejerce en el—Jim, es enserio, estás lastimándome, ya basta.

—Sé que no quieres saber nada de mí y lo entiendo pero lo que tengo que decirte no tiene nada que ver con nosotros.

—Jim, últimamente me has dado tantas razones para quererte lo suficientemente lejos de mí, estoy corriendo con la mala suerte de verte aquí todos los días pero eso no te da derecho a seguir molestándome, así que por favor déjame en paz de una maldita vez.

Sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora