Capítulo 14

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Es un día frío pero a pesar de eso estoy sentada en la mismo lugar frente a ese gran parque donde discutí un poco con Nate y que al final terminamos en la cuidad.

Los pocos rayos que se logran asomar entre las nubes chocan contra mi calentándome un poco, justo ahora es un buen momento para alejarme de esos asuntos que no me gustaría recordar pero que no importa cuanto huya de ellos no logró mantenerlos lejos de mi. No he visto a Nate desde ayer cuando todo eso paso, sólo puedo pensar en él.

Aún tengo esa especie de trance, me acosté con Nate, no estaría mal si lo conociera de hace años o si fuera mi novio, pero no, no es mi novio y lo conozco hace un mes ¡Un mes, Sophia!.

Sólo quisiera que existiera una pequeña parte de mi que me gritará tan fuerte que lo que hice ayer con Nate está mal, quiero que mi consciencia me llené de culpa, que me castigué, que me haga sentir la peor persona sobre el planeta porque estoy traicionando a Jim por completo pero no la hay, no siento culpabilidad, no me siento preocupada o triste por lo que sientan los demás, mi mente esta tranquila, me siento relajada como si lo que pasó ayer estuviera en mis planes desde siempre.

—Es un poco difícil poder hablar contigo si te la pasas evitándome a cada segundo —Di un pequeño saltó cuando Nate apareció a mi lado, ¿Por qué no puedo sentir culpabilidad?. Me dedico unos segundos a observarlo con detalle, sus ojos no son tan grises como solían lucir ayer, se encuentran inclinados más al color azul, sus labios están muy rosados y lucen tibios. Él ladeó su cabeza un poco confundido, lo que me hizo reaccionar agitando mi cabeza—¿No vas a decir nada?

—No es fácil lograr evitarte cuando me persigues a todos lados —desvíe mi vista de su rostro hacia mis manos que sostenían mi teléfono.

—Sophia, nunca te será fácil si sigues escondiéndote en los lugares donde es más posible encontrarte —Me guiñó un ojo y me sonrió de manera burlona recargado su brazo en el respaldo de la banca en la que nos encontramos sentados. Lo volví a mirar profundamente.

—Ese es maldito problema, estás haciendo que pierda la razón, por eso trato de evitarte pero no puedo porque tengo este sentimiento que va en contra de todo y que me hace querer estar cerca de ti sin importar cuando quiero huir—hablé sin apartar mis ojos de los suyos,él permanecía quieto escuchándome,cuándo terminé se acercó unos centímetros a mi.

—Entonces no lo hagas —susurró mientras continuaba acortando la distancia. Él acercándose a mi me congelaba al instante.

—Esto es incorrecto y por esa misma razón de que esto es incorrecto que me sigue atrayendo más y más —Mirarlo continuamente era una sensación tan adictiva de esas que por más que sabes no son buenas no quieres dejar de experimentar— Así que sí, seguiré haciéndolo una y otra vez así que fuera de mi camino, Nate.

Lo fulmine para levantarme pero antes de empezar a caminar él tomó mi mano y la jaló con fuerza logrando sentarme de nuevo, se acercó a mi rostro lo suficiente para lograr rozar su labio en mi oído, mi respiración se dificultó al tenerlo así.

—¿Por que mejor no me pruebas una y otra vez y al final decides si en verdad quieres hacerlo?—susurró en mi oído.

—¿Qué pasa si al final decido irme?.

—No haré nada al respecto, te dejaré huir —retiró un poco de rostro hasta quedar frente a mi.

—¿Qué ganaremos con esto?.

—Escucha con atención, tú quieres olvidarte de lo que sientes por mi alejándote lo más posible pero sin embargo no puedes porque a pesar de eso hay una parte de ti que quiere quedarse, yo por mi parte, quiero salvar nuestra amistad y para salvarla debo evitar que te alejes, es decir, debo mantenerte cerca de mi, ¿Correcto?—preguntó.

Sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora