—Allen Harrington.
Cómo fue en las anteriores veces, tal sólo un segundo bastó para que el lugar se inundará de aplausos de los cuales no fuí capaz de escuchar ninguno, la confusión y inquietud en mi cuerpo se encargaron de ensordecer mis oídos y bloquear mi mente. No podía pensar en nada, absolutamente nada y si soy honesta no quiero porqué me causa un poco temor imaginar la cara que debe tener Nate en este momento.
El ambiente de este lugar seguía siendo el mismo, sin embargo mis piernas tenían esa inquietante sensación de querer salir corriendo de este lugar hasta llegar hasta dónde son capaces de ir.
Lo único que pude hacer fue quedarme estática y cómo si se tratase de inercia mi cabeza giró hacia Emma que estaba incluso peor que yo, ambas tenemos muy en claro que esto no se parece en lo absoluto a lo que teníamos en mente. Mis almendrados ojos se dirigieron a Allen quién subía por las escalares como si se tratase de un premio de miles y miles de dólares, cuando subió por completo se acercó lo suficiente a Emma dónde ella le sacó el corazón con tal sólo una mirada pero él pareció no notarlo, tomó los boletos que la castaña le ofreció y después sus azules ojos se clavaron en mi, dio unos pocos pasos hasta llegar a mi.
—Vaya suerte, Sophia ¿No lo crees? —él se acercó tomando mi cintura acercándome a su pecho para después sonreírme victorioso, no le respondí de la misma manera, sólo le regalé mi más fingida sonrisa —Apuesto a que esto será divertido.
Allen me miró esperando que dijera algo pero claramente no fue así, sólo me quedé mirándolo, esto acaba de arruinar mi noche.
—Bien, eso ha sido todo, un aplauso a los ganadores —Dice el chico, Richard, después de terminar de mencionar a las otras parejas —Diviertanse, chicos.
Seguido de eso, sentí la mano de Allen tomar la mía y me llevó junto a él hasta bajar las escaleras.
No quería moverme ni un centímetro más junto a él, ¿Qué se supone que haga con él toda la maldita noche? Esto no era parte del plan y siendo realista no soy capaz de mirar una manera de poder arreglar esto, no hay arreglo, sólo sé que me arrepiento de esto, no quiero continuar pero tengo que hacerlo. Continúe caminando junto a él entre las personas sin tener rastro de Nate, cuando la mano de Allen me soltó sentí un alivio tan satisfactorio, espero que esto no se salga de control.
—¿Estás bien? —preguntó girando hacia mí, sus cejas se juntaron un poco haciéndolo lucir preocupado y confuso a la misma vez. Él movió sus manos un poco hacia mí, reaccioné con rapidez dando unos pasos hacia atrás evitando que me toque, él lo notó pero no se atrevió a decir nada.
—Eso creo —asentí sin tantos ánimos —Es sólo que estoy cansada.
—Bien, debo ir a arreglar ciertos asuntos pero ¿Te parece si nos vamos en 10 minutos?—Él preguntó curioso, no quería ir con él pero tenía que hacerlo, esto era el precio que tenia que pagar por un juego que yo misma creé y que era incapaz de ganar con tanta estupidez que me rodea.
—Si—terminé por asentir —Solo iré por mis cosas y te veré aquí de nuevo.
Allen me sonrió por última vez antes de darse la vuelta, pasaron unos segundos de quedarme quieta hasta que mis ojos reconocieron a ese traicionero rostro, con lindas pecas.
—¡EMMA LETICIA HART!—Grité con todo el aire en mis pulmones logrando capturar la atención de la castaña, ella cómo pudo logró correr hacia mi intentando no caer con los altos tacones que se carga, cuando llegó se detuvo frente a mí y sonrió torpemente.
—Sophia, cómo lo siento —se disculpó colocando sus manos sobre su pecho —Juro que...
—Eres pésima en esto,¿Lo sabes?—pregunté, ella sólo se limitó a bajar su cabeza y asintió lentamente—Dijiste que cambiaste la mayoría de los nombres por los de Nate y ¿Por qué mierda no los cambiaste todos?.
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Sin Control
RomanceHay algo en ese chico, algo en el azul grisáceo de sus ojos o en la exquisita fragancia que lo caracteriza, algo que no he logrado descifrar pero que sin embargo continúa arrastrándome directo hacia sus brazos. No sé quién es él, ni lo que busca en...