SPRING NIGHT © | SUGA - BTS.

CAPÍTULO SEIS

Jimin estaba totalmente fuera de control, le daba golpes a la pared mientras gritaba que todo era su culpa.

Hoseok se levantó de un golpe para intentar detenerlo pero Jimin fue más rápido y lo empujó haciéndolo caer en el suelo. 

Su respiración estaba acelerada, sus puños cerrados con grandes hematomas en ellos, de su cabello caían gotas de sudor que se confundian en su rostro con las lágrimas que empapaban sus mejillas. No parecía él, el tierno y delicado Jimin era historia pasada, lo que teníamos frente a nuestros ojos era una persona con ilusiones rotas y un corazón destrozado, con el alma hecha pedazos y sus sueños desvaneciéndose frente a sus ojos.

Empezó a caminar lentamente hasta llegar donde estaba el álbum de fotos tirado en el suelo, lentamente se fue bajando hasta quedar arrodillado frente a este, lo tomó entre sus manos y se levantó, no nos dio tiempo de reaccionar cuando el álbum ya estaba estrellándose contra la pared haciendo que varias fotografías cayeran desordenadas en el suelo.

— ¡AAAAAAHHHH! — Un grito salió desgarrando su garganta mientras que Jimin volvía a caer en el suelo llorando como nunca antes había visto a una persona hacerlo. Gritaba, sollozaba, era la representación humana del dolor. No lo merecía, ni él, ni Jin, ni Namjoon, ni siquiera alguno de nosotros merecía lo que estaba pasando.

— Yo debía cuidarlo... — Dijo en un susurro con su voz entrecortada debido al llanto — ¡PROMETÍ HACERLO! ¡EN LA MALDITA SALUD Y ENFERMEDAD HASTA QUE LA PUTA MUERTE NOS SEPARARA! — Me acerqué a él con cada parte de mi cuerpo temblando, me arrodille frente a él y tomé sus manos que se encontraban a cada lado de sus rodillas. Hoseok veía la escena en un sepulcral silencio. Volví a fijar mi vista en Jimin y aprete sus manos — Esa muerte no debía llegar todavía, ¡NO ERA EL MOMENTO!.

— No estás solo en esto, estamos contigo Jimin... — Su llanto fue descendiendo y eso me dio más fuerza a seguir hablando. — Yo también me arrepiento en no haber insistido más en que se quedara conmigo, en que no se fuera y poder seguir escuchando cada uno de sus te amos todos los días... — Mi pecho empezó a doler pero ignoré el sentimiento, en este momento Jimin me necesitaba, no podía pensar en mi dolor cuando Jimin estaba mucho peor que yo. Tenía que darle fortaleza y aunque no la tuviera del todo, tenía que lograr que saliera por él — También lo extraño, y extraño a Jin y sus bromas malas... — Una pequeña sonrisa salió por un milisegundo, pero ya era un adelanto — Pero en este momento a quien más extraño es a ti, porque estamos compartiendo el mismo dolor y quiero que lo superemos juntos.

Levantó su mirada y su labio temblaba amenazando con formar un puchero, sus ojos rojos e hinchados acompañados de grandes ojeras, eran una daga en mi pecho.

— Espera aquí... — Me levanté rápidamente y tomé mi bolso, apenas lo abrí encontré lo que estaba buscando, me acerqué de nuevo a Jimin y este me miró intrigado. Coloque el pequeño paquetito en sus manos y al verlo una verdadera sonrisa salió de sus labios — El chocolate ayuda a mejorar el estado anímico, espero que te ayude, a parte es delicioso.

Me miró y segundos después sus brazos estaban rodeando mi cuello en un abrazo, rodee mis brazos en su cintura haciendo mi agarre cada vez más fuerte. Sus sollozos eran delicados, pero era una gran diferencia a los que eran antes.

— G-gracias... — dijo recostando su cabeza en mi hombro — Por un momento pensé que no vendrían cuando J-Hope no contestaba mis llamadas... — Sorbió por la nariz y dio una respiración profunda — Pero sabía que podía contar con ustedes — Su agarre se ablandó, se alejó de mí quedando frente a frente, se acercó y dio un pequeño beso en mi nariz, volteo hacia donde Hoseok se encontraba, estiro su mano para que el pelirojo la tomara pero él no se movía. — Ven, no me dejaras con la mano estirada,¿O sí?