SPRING NIGHT © | SUGA - BTS.

CAPÍTULO VEINTE

POV Hanna

Mi estómago se revolvió y sentí ganas de vomitar inmensas.

Mis nervios se alteraron, mis manos temblaban y mi corazón latía tan fuerte que estoy segura que Yoongi podía escucharlo.

¿Cómo se había enterado? Venía a hablar de este tema con él pero, no pensé que sabía mi historia.

Mi garganta estaba seca, no podía emitir palabra, ¡joder! No quería decepcionarlo.

— ¿Hanna? — Tomó mi mentón para que lo mirara y se hizo presente un dolor en mi pecho al ver sus ojos, no quería que se separara de mí. No ahora que su presencia era tan importante.

Después de un tiempo ha sido el único en lograr que mi corazón vuelva a latir, que pueda sonreír sin fingir. Tenía miedo de perderlo solo por esconder una pasado que se unía con mi presente, porque no estaba segura si en un futuro estaría.

— N-namjoon, e-era... es... ¡Mierda! — Di un fuerte golpe en la mesa. Quitó su mano de mi mentón y yo puse las mías en mi cabeza mientras intentaba estabilizar mi respiración - No sé si aún somos novios, yo creo que sí pero no sé si él lo sepa o lo recuerde... — Su mirada quemaba mi piel y esto cada vez se me hacía más difícil. ¡Joder Hanna! — Namjoon es mi novio, nos conocimos hace un año en la universidad y ese mismo día empezamos a salir... — Sonreí con melancolía al recordarlo.

Trague grueso para intentar que mi garganta dejara de estar tan seca.

— Hace dos meses tuvo un accidente con su mejor amigo, la pareja de Jimin, el cual murió de inmediato y Rapmon... — Las lágrimas salían pero no como antes.

Ya dolía un poco menos, creo que ya me estaba acostumbrando a estar sin él y llevar ese dolor solo conmigo misma.

Yoongi solo me miraba atento y de vez en cuando asentía a medida que escuchaba mis palabras. No se merece pasar por esto.

— Él quedó con problemas, esta interno en un manicomio por excesividad motora o lo que llaman síndrome de catatonia. Suele atacar a la gente sin medir la gravedad, me atacó a mí uno de los primeros días y entendí que mi novio ya no estaba, ese no era él.

Su mirada estaba fija en mí, se veía pensativo, serio, como si miles de cosas pasaran por su mente. Se dio cuenta de mi mirada y asintió.

— Sigue, estoy escuchando.

— ¿Seguro?

Su mano apretó la mía dándome fuerzas. Era la primera vez que contaba totalmente la historia, pensé que sería peor, pero me di cuenta que teniéndolo a mi lado, todo era más fácil y dolía menos.

Tomé una boconada de aire y seguí:

— Todas las semanas voy a verlo. A hablarle a pesar de que se que él no va a contestarme, más que todo porque lo sedan para evitar cualquier reacción. É-él iba a pedirme matrimonio pero, sucedió... — Me quedé sin habla al recordar las palabras de Hoseok el día que fuimos a visitarlo.

No había podido desahogarme de ese momento por todo lo ocurrido los últimos días.

La mano de Yoongi apretó la mía y empezó a doler un poco, me di cuenta que esa parte de la historia no la sabía.

— Justamente, me enteré de eso el día que te conocí.

Estire un poco mi mano haciéndole saber que la estaba asfixiando, el pelinegro se dio cuenta y suavizó su agarre más no la soltó.

— Siempre nos dan esperanzas de que solo quede con un tipo de esquizofrenia y tal vez pueda llevar una vida normal, tomando cantidades de medicamentos. Pero cada vez he perdido más la esperanza, creo que nunca saldrá de ese estado.