CAPÍTULO CUARENTA

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POV Yoongi

Aún estaba sobre ella esperando que nuestras respiraciones se calmaran. Aunque dudaba que la mía lo hiciera todavía teniendola así.

No sabía que me había hecho esta mujer, pero de lo que estaba completamente seguro era de que estaba perdiendo la cabeza por ella día a día.

Su risa ruidosa, su sonrisa perfecta, su mirada que podía ser tierna y perversa a la vez, sus caderas que me hacían desfallecer tanto cuando camina o como cuando esta encima de mí uniéndonos en uno solo. Pero su manera de ser, de estar para todos, de querer lo mejor para todo el mundo, era mi debilidad.

Salí con delicadeza de ella haciéndola botar un pequeño gemido. Quedé arrodillado en la cama y la ayude a recostarse tomándola por la cintura y acomodándola sobre las almohadas.

Quedamos viéndonos por unos minutos sin articular palabra y al verla podía decir que era totalmente feliz al tenerla.

Se que quiere aún a su ex-novio, es algo por lo que no puedo pelear, pero ahora esta conmigo, es mía y eso me calma y me hace sentir que por ahora gané la batalla.

Coloca su mano en mi mejilla y empieza a dar pequeñas caricias, cierro los ojos automáticamente dejándome llevar por su suave tacto. Sus mano era suave como el resto de su cuerpo, lo cual me hacía volver querer a tenerlo completo para mí.

Podría sonar enfermo, pero pudiera estar dentro de ella todo el día sin molestia.

Paso su dedo por mis labios y lentamente abrí los ojos, su mirada se encontraba puesta en ellos y se encontraba sumida en sus pensamientos.

— ¿En qué piensas? — Ella solo negó con la cabeza y me sonrió.

Me acerque a ella lentamente hasta rosar muy delicadamente nuestros labios, movía mi cabeza de lado a lado solo para seguir rosandolos hasta que sin aviso atrape los suyos con los míos en un beso.

Me respondió gustosa y paso su mano a mi nuca donde jugaba con mi cabello.

Sus labios suaves y calientes eran como una perdición para mí, como estar a la temperatura del infierno en el mismísimo cielo.

Mi entrepierna empezó a reaccionar a medida que el beso subía de tono. Ella lo quería tanto como yo, no hacía falta decirlo; así que me subí y empece a rosar mi miembro en su centro.

Soltó un pequeño gemido entre besos hasta que bajo su mano libre por el medio de nosotros y sin vergüenza tomo mi miembro y lo puso en su entrada.

— Hazme tuya, Suga — Y sin pensarlo me adentre en ella.

Soltamos un gemido al unísono y empecé a moverme lento. Echó su cabeza para atrás dejándome su cuello libre para hacer lo que me plazca.

Deba pequeños besos y Hanna soltaba suspiros a medida que lo hacía.

— Más rápido, Suga. P-Por favor — Su voz destilaba placer y necesidad. Lo cual me volvía loco.

— Dejame sentirte un poco más, quiero disfrutar cada centímetro de ti — Baje mis besos a su pecho donde deje un camino humedo con mi lengua.

Tome su pecho derecho y empecé a darle caricias hasta que lo metí en mi boca lamiendo y mordiendo delicadamente su pezón haciendo que ella enloqueciera y halara mi cabello.

Subí mis labios a los suyos los cuales besé apasionadamente. No había nada más que importara, solo nosotros y nuestras ganas de ser uno del otro.

Yo era suyo y ella lo sabía, la amaba, sin duda lo hacía y lo afirmaba cada segundo que estaba con ella. Si hay algo que tenía claro es que cuando menos lo esperas, llega alguien que te voltea el mundo y esa, era Hanna para mí.

SPRING NIGHT © | SUGA - BTS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora