SPRING NIGHT © | SUGA - BTS.

CAPÍTULO VEINTICINCO

POV Jimin

Eran las siete treinta y ya estaba terminando de arreglarme cuando Hanna entra a mi habitación.

— Chimchim, quieres ir al cin... ¡Oh. Por. Dios! — Hanna me recorrió con la mirada de pies a cabeza. Sonreí y ella solo se quedó boquiabierta desde la puerta.

Me vi por última vez en el espejo y estaba conforme con mi apariencia: zapatos negros de vestir, traje negro con los pantalones ajustados, una camisa negra de botones abierta hasta el pecho y para terminar, el cabello plateado.

Luego de que salí de la cafetería que me decidí a aceptar la invitación de Jungkook, creí que era el momento perfecto para un cambio.

El Jimin enamorado estaba siendo historia para darle paso a uno nuevo, uno donde los sentimientos no existían, donde solo había amor para sus amigos y sobretodo, para él mismo.

Eché perfume en mi cuello y por todo mi traje. Recibí un mensaje de que mi taxi había llegado y ya era hora de irme.

Me acerqué a Hanna quien tenía sus ojos a puntos de salir de su cabeza y petrificada en la puerta de mi habitación.

— J-Jimin...

— Lo sé. Hoy llego tarde, no me esperes despierta. Te amo muñeca — Me acerco y doy un beso en la frente.

— Cuidate, ¿sí? — Asiento y salgo del apartamento.

Cuando iba en camino tenía muchos nervios. Me sentía ansioso y aún en mi pecho había un sentimiento que no me dejaba disfrutar completamente lo que estaba haciendo.

En el fondo sabía que esto estaba mal, pero ya no importaba, ya estaba aquí. Metido hasta la cabeza en esto.

El camino fue corto debido al poco tráfico que había en la ciudad. Llegue al edificio, tomé el elevador hasta el piso de Jungkook y al estar frente a la puerta, no me dio tiempo de timbrar cuando el castaño ya la estaba abriendo.

— ¡Jimin! — Su mirada me recorrió y sentí una punzada en mi entrepierna, causaba cosas increíbles en mí — Si hubiese sabido que vendrías así... — Se acercó a mí y yo solo lo miraba de manera pícara — Te hubiese dicho que llegaras antes.

Dio un beso lento pero fuerte en mis labios y se separó.

Mis labios ardían bajo los suyos, era el deseo hecho hombre.

— Tú tampoco te ves mal, Jungkook — Traje platinado, camisa negra con solo el último botón desabrochado y zapatos negros. Este hombre me hacía tener los más sucios pensamientos con tan solo verlo.

— Gracias — Sonrió para mí y yo solo le guiñe un ojo — ¡Nena, ya Jimin llegó, vámonos!

Llamó a la morena sin aún despegar su mirada de la mía.

Escuchamos unos tacones resonar en el suelo hacia la entrada, Jungkook se apartó dejándome ver a aquella mujer, que venía en mi dirección con una mirada cautivadora y una sonrisa de lado.

El perfecto cuerpo de Tina venía adornado de un hermoso vestido blanco entallado haciéndole resaltar muy bien sus curvas y mostrar sus bronceadas piernas. Tacones altos dorados al igual que sus demás accesorios y la pequeña cartera de mano, no pude evitar morderme los labios al ver semejante mujer.

— Mi Jimin, que guapo estás... — Me abrazó rodeando sus brazos en mi cuello y yo repetí la acción por sus caderas.

Se alejo de mí y al quedar cara a cara dio un pequeño beso en mis labios.

— Estas hermosa, Tina — Dije haciendo que me diera otro pequeño beso en mis labios. Esta mujer era un demonio vestido de ángel.

Se aparto y fue a marcar el botón para que el elevador subiera.