Malcolm
— Entonces hermano, ¿me dirás o no que tal fue ese almuerzo con ella? – Hansel seguía insistiendo y yo no quería hablar.
— Estuvo bien, Hansel. ¿Que más quieres que te diga?
— Se que estuvo más que bien, Malcolm. Por primera vez, después de ese almuerzo, estuviste de tan buen humor.
Ignore ese comentario, a veces se me hacía difícil comentar algo sobre mi vida, a Hansel no, le contaba toda mi vida... Pero esta vez, el tema de Emiliana, quería mantenerlo en secreto.
— Mejor cambiemos el tema, seguro terminamos peleando – Suspiro, y lo mire fijamente – Vámonos a que termines tu trabajo.
— Está bien, espérame afuera.
Salió sin decir más nada de la oficina que tenía en casa, me sentía presionado por el y por mi familia para que tuviera a alguien a mi lado. Aunque lo había pensado bastante veces, no estaba tan necesitado como ellos creían. O eso me quería hacer creer.
Al llegar al edificio abandonado, que realmente por fuera era una fachada presentable pero realmente lo utilizaba para otras cosas. La mayoría de mis hombres me esperaban, todos le mantenían a Hansel el mismo respeto que a mi. Y eso era lo que más me importaba, porque los días que no estuviera, el sería mi reemplazo.
— ¿Donde está? – La rabia era notable en mi voz.
— Jefe, entre y lo verá. Lo tenemos esposado a la silla.
Les hice una seña y entre, además de Hansel, dos más fueron junto a mí. El mexicanito, que estaba a poco de desangrarse, aún no quería cooperar. Pero conmigo, iba a ser totalmente diferente.
— Pero si es que por fin te veo la cara, jefe de jefes.
— ¿Tanto me idolatran allá en tu México querido? – La risa sarcástica salió de mi.
— Anhelan verte muerto – Su risa era macabra.
— Y lo seguirán anhelando, mexicanito. Ahora, comienza a escupir la información. ¿Es tu jefe el que quiere a mi padre muerto?
Su risa macabra retumbaba el salón en el que estábamos, sentía que mis oídos estaban sufriendo. Pero más me crecía la rabia por dentro, y más rápido lo quería muerto.
— Mire, chulito – El pensaba que yo no le entendería el español – Usted es iluso si piensa que venderé a mi jefe.
— ¿Y tú crees que tú le interesas a tu jefe? ¿Crees que el está buscándote porque hoy no llegaste a rendirles cuentas?
Su cara ya no era la misma, la burla se había esfumado completamente. Ya no quería seguir con esto, siempre me obligaban a resolverlo a la mala.
— Encárgate tu, si no habla... Ya sabes que hacer – Le hable a uno de mis hombres.
Salí de allí con un dolor de cabeza que acabaría con mi vida, ni razón de seguir con esto tenia. No me interesaba si vivía o no, no quería tenerlo enfrente de mí.
— Malcolm, ¿qué carajos sucede? – Hansel me sujeto por el hombro.
— No lo sé, realmente no se que sucede conmigo... Quiero irme a la casa, llévame por favor.
Prefirió no decir más nada, y llevarme hacía casa, después volvería a asegurarse de que el trabajo lo habían terminado.
— Helga – Grite cuando entre a casa y a los minutos ella salió de alguna parte – ¿me preparas un caldo[1]? Por favor.
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Amores peligrosos pero adictivos • ¡PAUSADA!
RomanceAmbos se encontrarán... Ambos se enamorarán... Ninguno lo aceptará, por orgullo... ¿Será capaz ella de involucrarse en un mundo desconocido por el, por venganza y por poder? LEE PARA SABER MÁS !!!!! ••• NO SE ACEPTAN COPIAS DE ESTA HISTORIA. PROT...