26

7.1K 536 36
                                    

Malcolm

Verla dormir al lado de mí, con su espalda desnuda y su cabello regado, era calma. No siempre podría mantenerla a salvo, pero se que podría hacer todo para que así fuera.

Me levante con cuidado, quería dejarla dormir al menos hasta media mañana. Pedí el desayuno a la habitación y luego me puse al día con Hansel, debía de hablar ciertos temas. Y la mayoría referentes al tema de mi hermana.

— Buenos días – Escuché su voz adormilada.

— Buenos días, pequeña – Me acerqué a la cama para darle un beso.

— ¿Tú no duermes?

— No puedo hacer dinero durmiendo, nena.

Podía asegurar que su sonrisa era melodía para mis oídos. Hansel me llamo con urgencia, supuse que tenía algo sobre la persona que había ordenado lo de mi hermana, y esto no podía dejarlo pasar.

— ¿Me acompañarás a ver a Zhara?

— Claro que sí.

— Iré a reunirme unos minutos con Hansel y cuando regrese nos iremos – Le di otro beso y salí de la habitación.

Hansel me esperaba en una esquina del restaurante, pedí dos cafés y me senté junto a él, me entregó una carpeta marrón que tenía mi nombre.

— He logrado que me den más información sobre Cobra Negra, allí la tienes.

— Por lo que dice aquí, es alemán pero era líder del cártel de Colombia al igual que el de Berlín.

— No se si eso sea posible, Malcolm. Y si lo es, de quien estamos hablando representa hasta un riesgo para ti.

Sabía que así era, que si este hombre era tan fuerte y peligroso como lo describían, hasta mi vida estaba en peligro.

— ¿Sabemos si tiene familia? ¿Si ya hay alguien esperando para tomar su lugar? ¿Qué ha pasado con la gente de sus cártel?

— No he logrado dar con los datos privados de él, solo con esto que ha sido lo más básico. Y por lo que me han dicho, aún nadie reclama su puesto, dicen que eso se debe de respetar hasta que alguno de sus hijos quienes son lo que deben de estar allí, lo reclame o lo rechace.

— ¿Crees posible que este hombre sea quien ordenó el accidente de mi hermana?

— No, Malcolm. El hombre que me ha dado información, dice que Cobra Negra no orquestaba esta clase de trabajos, lo de el era más las grandes transacciones de droga en Colombia y Alemania, y que el respetaba el termino familia, prefería matar al pez gordo antes de herir a alguno de los parientes.

— No podemos descartarlo del todo, no hasta saber quién carajos es. Continúa buscando quien ha ordenado esto.

Me levante de allí, esto me tenía más cabreado de lo usual. Subí a la habitación, y escuché a Emiliana en el armario, no me tarde tanto como esperaba.

— Llegué – Le anuncié.

— Estoy casi lista – Me gritó.

Salió del armario, y se veía más joven de lo que ya es. Su cabello rubio estaba húmedo y pegado a su cara, que sin maquillaje se veía aún más hermosa.

— Estas muy guapa, creo que no me gustará que salgas así... Los franceses querrán robar tu atención.

— No te preocupes por eso, solo tú me llamas la atención – Me dio un beso y termino de recoger sus cosas para poder irnos.

Amores peligrosos pero adictivos • ¡PAUSADA! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora