—¿Por qué estás nervioso? —pregunta mi princesa.
La conversación con la abuela no fue para nada productiva. Saber que el cambio en mi pequeña es notorio incrementó mis nervios hacia la reacción de papá. El hombre es cariñoso, pero cuando se enfurece es mejor salir corriendo a luchar contra él.
¿Cómo se lo explico?
Es seguro que me pondrá contra la pared ya que fue una advertencia bastante explícita, y si algo he conocido de él en este tiempo, es que cada palabra, advertencia o amenaza, es cumplida a cabalidad. No tiene una buena tolerancia a ciertos actos y una de ellas es el descontrol.
—La abuela me habló sobre nuestra relación. —Deja de lado el libro que sostienen sus manos para enfocar sus orbes grises interrogantes sobre mí. —Específicamente sobre métodos anticonceptivos. Ya sabes —me encojo de hombros buscando restarle la mayor de las importancias—, por precaución si un día hacemos lo que ya hicimos. —Se sonroja escandalosamente.
Lleva las manos a su rostro cubriéndolo mientras suelta una maldición.
—¿Sabe...? ¿Qué tú y yo...? Eso que sabes. —Destapa su rostro para mostrarme su ansiedad por una respuesta.
—Quisiera mentirte para hacerte sentir bien, pero sí, lo sabe. Y no fui yo quien se lo dijo. —Ladea levemente la cabeza totalmente avergonzada. —Lo dedujo. Dijo que había un cambio en ti. Supongo que como mujer con experiencia conoce esas... situaciones. —Hasta yo he notado su cambio. El brillo en sus ojos se ha intensificado. Luce relajada, feliz, saciada.
—Juro que quiero encerrarme en mi habitación para nunca salir. —Se incorpora de mis piernas. —¿Te dio recomendaciones? Porque eso hizo con Ava. —Sonrío al ver como sus pómulos hacen con ese tono carmesí que me fascina.
—No, lo dejó a tu criterio. Piensa que sabrás escoger el que te haga sentir segura. —Pone los ojos en blanco. —La comprendo, pequeña, y me gustaría acompañarte. —Abre la boca sorprendida.
—¡No! —dice aterrada—. Ni lo pienses. No soy una niña, Damon. —Amplío mi sonrisa.
—El sexo es de dos, princesa. Quiero estar contigo en esto que nos incumbe a ambos. —Su rostro cambia a esa mirada de ternura que me hipnotiza.
—Eres muy atento, eso me encanta. —Se acerca hasta rozar nuestros labios, para luego dejar un casto beso.
—Cuidar y proteger. De eso se trata el amor, ¿no? —El brillo en sus ojos se intensifica.
—Exactamente. —La atraigo a mis brazos, acuno su rostro y beso suavemente sus labios. Tomándome el tiempo suficiente para sentir su calor y sabor. Disfrutando de ese hormigueo que se esparce en mi estómago, esa corriente eléctrica y la sensación de paz y felicidad que me llenan.
Ella logra esto. Sentir que no necesito nada más para ser feliz. Elevarme al cielo y sostenerme sin temor a caer. Aferrarme a ella con ese amor que brilla en sus ojos.
—Te amo. —Inspira aire profundamente llenando sus pulmones.
—También te amo. —Me separo para ver sus ojos.
Como siempre sus sentimientos me impactan, son tan visibles y me gusta. Me fascina ver lo que causo en ella con sólo una mirada.
Vuelvo a besar sus labios castamente.
—Hay algo que no hemos hablado —susurra limpiando el rastro de su labial rosa en mis labios.
Está nerviosa y eso llama considerablemente mi atención.
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Damon Grey #3 (Saga Sombras, Grey)
FanfictionPrimer libro de los hermanos Grey en La sombra de mi ángel. Historia Registrada. Está prohibida su adaptación o reproducción.