Capítulo 18 || ¡A la mierda los prejuicios!

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—¿Podemos hablar? —le pregunto a Mamá.

Levanta sus ojos llorosos que miraban a la princesa. Me entristece verla de esa manera. Sola, admirando la vista del lago desde el sofá en color oscuro que adorna la terraza.

Asiente sin pronunciar palabras. Tomo asiento junto a ella mirando como Angelique juega con sus dedos. Sus hermosos ojos miran hacia el cielo completamente despejado como pocas veces se puede apreciar en Seattle. No había tenido la oportunidad de admirarla detalladamente. Sus hermosos ojos grises son idénticos a los de papá. Su nariz y ese valle de pestañas coposas son muy propias de mamá. Es un atractivo que mi princesa heredó y el cual resalta el tono gris plata de sus ojos.

—¿Qué pasa, cariño? —Desvío la mirada hacia mamá.

—Eso quisiera saber, mamá. ¿Qué pasa? ¿Por qué esa actitud con papá? —Vuelve la mirada hacia mi hermana. —Mamá...

—Creí que confiaba en mí —dice interrumpiendo mis palabras—. Le dejé claro que la comunicación sería una pieza fundamental en nuestra relación, sin ella nada funciona, Damon.

—Lo sé, es algo que comprendí al alejarme de Phoebe con ese motivo poco valido, la confianza es pieza fundamental para la perfecta comunicación y excelente relación. —Tomo su mano disponible. —¿Lo hablaste con él? ¿Dejaste que se explicara? 

Niega levemente. 

—No y seguramente hice mal. —La miro fijamente, es imposible no ver en ella el gran parecido que tiene con mi princesa.

—Desde que llegué me ha tocado analizar a cada uno de los miembros de esta familia. Cada uno posee una personalidad diferente y me sorprende. Christopher siendo asocial posee muchas similitudes de papá, se preocupa por todos, pero mucho más por ti. Ted es alocado, un poco machista, pero si algo lo caracteriza es la facilidad que tiene para analizar situaciones y dar soluciones concretas. La abuela y el abuelo son fuera de serie, totalmente tiernos y cariñosos. Mis tíos cada uno diferente igual que mis hermanos, pero hay alguien que se parece tanto a ti, Phoebe. Suele ser impulsiva y su opinión o decisiones suelen ser radicales. —Intenta replicar. —Lo eres mamá. Has tomado una actitud que sin darte cuenta podría alejar a papá de ti.

—No es lo que quiero, amo a tu padre. —Asiento en acuerdo.

—Eso no lo demostraste, mamá, y te hablo por él. Por ese hombre que me has impuesto y siempre estaré agradecido que lo hayas hecho. Puede que sea intenso, controlador y dominante, que muchas veces logre llenarte de ira, pero si hay algo que todos conocemos, es que sin importar sus sentimientos o lo que puedas decir, siempre piensa en ti, en tus sentimientos —lágrimas descienden por su mejilla—, ese hombre te ama, mamá. Pude medir la intensidad de su tristeza por tu indiferencia en sus ojos. Comprendo que te sientes herida por haberte ocultado todo lo sucedido, pero compréndelo, vive para su familia. Su principal función es mantenerlos seguro, es la responsabilidad de todo padre. Quería que volvieras a tenerme entre tus brazos, aunque para ello tuviera que mentirte. —Solloza fuertemente. Mi pecho se estruja al verla totalmente afligida. —Sabe lo que significo para ti. Ha sido testigo de tus lágrimas y desesperación al imaginar perderme. Vivió junto a ti el dolor por mi supuesta muerte. Es lógico que en medio del peligro actuara a espalda de todos. Si estuviese en su posición también lo haría sin pensar en nada más que la felicidad de la persona que amo, de mi familia.

—Estamos contigo, mamá. —Levanto la cabeza para ver a Ted frente a nosotros.

¿En qué momento llegó?

Se sienta al otro extremo, le pide cargar a la bebé y ella asiente sin dejar de sollozar.

La atraigo a mis brazos con cuidado de no lastimar mis costillas. Acaricio su cuerpo suavemente y beso su cabeza.

Damon Grey #3 (Saga Sombras, Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora