#25
Capítulo 25
Su madre, Trevor tiene una madre.
Aun no salgo del shock, lo que acaba de pasar me tiene desconcertada.
Veo a Sandra llorando amargamente en los brazos de Mercedes, pero Trevor ¿Quién lo está consolando? Él también debe estar mal.
Me alejo de ahí sin que las mujeres me noten y corro hasta la habitación de Trevor, toco varias veces la puerta, pero nadie responde.
Me atrevo a abrir la puerta y entro, la habitación esta oscura. La ventana está completamente cerrada y la espesa cortina hace que el sol no pueda entrar. Camino hasta su cama y me siento, lo veo acostado con la cabeza metida en las almohadas.
—¿Trevor? —Susurro mientras le doy caricias a su espalda—¿Estas bien?
No responde.
—Si quieres hablar, desahogarte acá estoy. Puedes hablar conmigo.
Sigue sin responder.
—Sé que puede ser algo extraño, pero háblame puede ser bueno desahogarte.
—Lárgate—Escuché.
Suspiré, Trevor era imposible.
—Solo quiero ayudarte.
Él se levantó y posó sus ojos sobre mí, su mirada era dura y destellaban rabia.
—¿Ayudarme? ¿En qué? ¿Qué mierda puedes hacer tú para ayudarme?
—Cuéntame que pasa, quizás pueda hacer algo—Alce la mano para acariciar su cabello, pero él la aparto.
—¿Quieres saber? Bien te lo diré, para ver si así me dejas en paz. La mujer que está allá abajo es mi madre—okay eso ya lo sabía—Y la odio ¿Quieres saber por qué? Porque ella era una jodida prostituta, que se metía con cuanto hombre se le aparecía por enfrente y ¿sabes qué más? A los dieciséis salió embarazada y no sabía quién era el padre. Aun no lo sabe.
Trevor se levantó de la cama y camino hasta un mini refrigerador, de ahí saco una botella de alcohol y comenzó a beberla.
—Quiso abortar, pero no la dejaron así que tuvo al niño ¡Que alegría! Pues no, ya que ella seguido en sus andanzas, siguió acostándose con hombres, emborrachándose, no le daba de comer a su hijo ¡Lo dejaba solo todo el maldito día! Ese niño creció y a la edad de ocho años tuvo que comenzar a trabajar pidiendo limosna en los semáforos, pidiendo en las tiendas que le regalaran algo para comer—bebe otro trago, mientras yo guardo silencio e intento que mis lágrimas no caigan—Así paso varios años, hasta que encontró a una mujer que se compadeció de él, que quiso cuidarlo y darle ese amor que su madre le negó—imagino que debe estar hablando de mercedes—así que esa mujer lo adopto legalmente y a su madre nunca la volvió a ver.
Trevor tiro la botella contra la pared, esta se partió en miles de pedazos que cayeron por todo el lugar.
—Él tenía muchos sueños, quería cantar, quería ser famoso. Así que comenzó a hacer vídeos y montarlos en internet ¡Vaya que tuvo éxito! Tanto éxito que su maldita madre lo encontró, cuando él ya era un hombre ¡Cuando ya no necesitaba de ella!
—¿Hace cuánto volviste a verla? —me atreví a preguntar.
—Hace cinco años, llego cambiada ya no era esa sucia mujer que se vendía a los hombres por una miseria de dinero, estaba cambiada.
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A través de la pantalla (Completa)
Teen FictionYo tengo una insana obsesión. ¿Su nombre? Trevor Villalba. Alto, musculoso, tatuado, con una sonrisa que hace que cualquier chica se ahogue en sus propios fluidos (no es que a mí me pase eso) y el más grande Youtuber de nuestra época. ¿Y yo? Bueno...