#33
Capítulo 33
Solté lo que tenía en la mano y me tiré sobre él.
—No hagas eso, estas más pesada y no puedo cargarte como antes—Dijo mientras reía y me abrazaba.
—¡Yo no estoy pesada! Eres malo—me bajé, pero no lo solté—¿Cuándo llegaste? ¿Por qué no me avisaste? ¿Hay regalos?
Elías comenzó a reír de nuevo—No cambias hermanita, si te traje algunas cosas, llegue hace unas horas, quería que fuera sorpresa.
Me daba tanta emoción tener a mi hermano aquí, desde que había ido a la universidad no lo había vuelto a ver, siempre hablábamos por celular, videollamadas y ya. Era tan genial tenerlo cerca, abrazarlo, saber que está bien.
—Oye ¿Que onda con tus ojos azules?.
—Tonta, son lentes de contacto se me hace mal fácil llevarlos que las gafas.
—Oh cierto, olvidaba que eres un ciego—Me reí.
—Si soy ciego, pero al menos yo alcanzo los vasos—me enseño la lengua y yo le di un golpe en el brazo.
Elías tenía la mala costumbre de burlarse de mi estatura.
—Malo.
—¿Pasó algo Val? —Daniel entro a la cocina con cara de preocupación.
¡Había olvidado a Daniel!
—Daniel lo siento olvide llevarte el agua, es que...—Señale a mi hermano—él es el culpable.
—¿Elías? —Al parecer Daniel recordaba a mi hermano, aunque esté estaba algo cambiado.
—El mismo, tú eres el hijo de los pastores ¿Cierto? Estas enormes, ves hermanitas todos crecen menos tú.
—¡Elías! —El corrió porque sabía que le iban a llover golpes de mi parte.
—¿Qué pasa acá? Tu hermano no tiene ni tres horas de haber llegado y ya están peleando.
—Es su culpa—me defendí.
—Elías...—Mamá lo regaño, mientras él seguía doblado de risa—ya no eres un niño, deja a tu hermana por favor.
Él se recompuso y asintió—Lo siento, quería recordar viejos momentos.
—Daniel que sorpresa—mi madre saludo a Daniel de una forma muy cálida—no les da vergüenza, Daniel esta frente a ustedes, dejen de portarse como niños.
—No hay problema, mis hermanos y yo somos iguales—Respondió rápidamente.
—¿Te quedas a cenar? — Mi madre le pregunto con una enorme sonrisa en la cara.
—Claro.
—Bien, Val ve a lavarte las manos y tú también Elías.
Mi hermano y yo caminamos hasta el lavabo, mientras tanto mi madre fue con Daniel a arreglar la mesa.
—Así que Daniel Alonso—su voz era juguetona y sabia a lo que se refería.
—Daniel Alonso nada, es un amigo.
—No he dicho nada, pero eso es bueno tú no debes tener amoríos, hasta los cuarenta.
Le tire un poco de agua en la cara—Estas loco, por cierto ¿Y tú novia?
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A través de la pantalla (Completa)
Teen FictionYo tengo una insana obsesión. ¿Su nombre? Trevor Villalba. Alto, musculoso, tatuado, con una sonrisa que hace que cualquier chica se ahogue en sus propios fluidos (no es que a mí me pase eso) y el más grande Youtuber de nuestra época. ¿Y yo? Bueno...