A través de la pantalla (Completa)

#52

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Capítulo 52

—María Isabel, María Isabel. La la la la la la ¡No hay consomé, no hay consomé!

Comencé a cantar, o mas bien a invocar al diablo. Estaba pensado seriamente estudiar coreano para así poder cantar las canciones de Kpop sin sonar como un rito satánico.

—Amiga sabes que te apoyo en todo, pero por amor a mis oídos cállate; como cantante te mueres de hambre y dejas a media población sorda.

No le presté atención y seguí cantando.

—Dame tu cosita ah ah, dame tu cosita ah ¡ay! —Dana comenzó a tirarme lápices y borradores.

—Déjame estudiar, eres una mala amiga deberías ayudarme.

—Soy buena amiga, te apoyo moralmente. Pero no me pidas que estudie contigo, ya lo hice los meses pasados.

Le di una sonrisa de ganadora, Danna sabía que me gustaba presumirle que siempre salía una semana antes de las vacaciones y no hacía los exámenes finales.

—A veces quisiera matarte y sacarte el cerebro y ponérmelo yo, así no tendría que estar estudiado para cincuenta exámenes. Ok no, pero esta será la ultima vez después de vacaciones estudiaré y seré exonerada de los exámenes finales.

Volteé los ojos, Danna siempre decía lo mismo; pero cuando comenzábamos las clases su animo bajaba a menos cien. Ya no le creía nada.

—Claro amiga, lo que tu digas. ¡Y la cosa suena ra! ¡Y la cosa suena ra!

Seguí cantando mientras bailaba por toda la habitación,  Danna se tapaba los oídos y estaba segura que estaba pensando mil y un formas de asesinarme.

—¿A que hora viene Trevor? Necesito que te largues ya.

Abrí la boca indignada—Gracias, ya no vendré y estarás feliz.

—¿Ya comenzarás a hacer drama? Más bien dime ¿A dónde te llevará Trevor?

Yo torcí la boca —No lo sé, solo me dijo que saldríamos; pero no me dijo el lugar ni nada.

Yo torcí la boca —No lo sé, solo me dijo que saldríamos; pero no me dijo dónde.

Ella siguió concentrada en su libro mientras yo me metía en Twitter e Instagram. Un mensaje llego al WhatsApp y sonreí al ver que era de él.

—Ya llego ¿Qué tal me veo?

Danna me miró de arriba abajo y sonrió.

—Perfecta nena, es mi ropa la que llevas y se te ve exquisita.

Le di un golpe en el brazo y me despedí, salí de la habitación y bajé las escaleras de dos en dos hasta llegar a la puerta.

Al salir de la casa me encontré a Trevor en su motocicleta, camine hasta él.

—Hola—le dije mientras sonreía.

Él me devolvió la sonrisa y puso su dedo en sus labios. Sabía que significaba eso.

Rodee su cuello con mis brazos y le di un pequeño beso en los labios.

—Ahora si, hola nena—dijo en cuanto me separé de él.

—Hola ¿Ahora si me diras a dónde vamos?

Él negó varias veces, tomo el casco y me lo colocó.

—Pronto lo sabrás

Trevor encendió la moto y espero a que yo subiera.

El camino fue intenso, aún no me acostumbraba a estar en una motocicleta; aunque la adrenalina era increíble, pero el temor de que algo pasara me estaba matando de los nervios.