A través de la pantalla (Completa)

#23

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Capítulo 23

Mi vida ha vuelto a ser la misma de siempre.

Esa vida en donde iba de la escuela a mi casa y de mi casa a la escuela, nada de salidas a escondidas, nada de ir a fiestas, nada de enrollarme por ahí y no me molesta, solo que me estaba acostumbrando.

Desde que Trevor entro en mi vida y la convirtió en un caos, ya nada es igual, todo es aburrido; siento como si le faltara algo a mis días y todo es su culpa. Es su culpa por adentrarme a un mundo que no conocía, por enseñarme cosas que jamás en mi vida habría imaginado hacer y que ahora extraño.

No debí adentrarme en ese mundo, no debí dejar entrar a Trevor Villalba en mi vida.

Anoté la actividad que la profesora de humanidad había escrito en la pizarra, mis ojos estaban en ella, pero mi mente se encontraba recordando esa noche que estuve con Trevor, en su habitación, en su cama, tocándolo.

¡Dios que vergüenza!

Quisiera desaparecer o retroceder en tiempo, a quien engaño, si retrocedo el tiempo aun así lo haría otra vez.

Recuerdo sus caricias, sus besos, su voz, su olor. Él me llevo a unos extremos que nunca pensé llegar, si mi familia se entera de lo que he hecho quien sabe que me harían, sobre todo mi padre.

Guarde mis cuadernos y lápices en el morral, es hora de concentrarme, dejar todo atrás.

Al salir del salón Danna y Steffy iban enfrascadas en una conversación, yo iba atrás aun no les había contado sobre mi aventura y no sabía si decirles, sé que Steffy no diría nada, pero Danna... Ella era otra historia.

Después de comprar nos sentamos debajo del árbol de siempre, acomodé mi morral como almohada y me acosté, moría de sueño. Desde mi encuentro con Trevor, había comenzado a tener unos sueños un tanto extraños; soñaba con que el entraba a mi habitación, me besaba, poco a poco su ropa y la mía desaparecían y terminábamos envueltos en las sabanas...

Estas en la escuela Valerie por Dios.

—A ti te pasa algo—Danna termino de comer su caramelo y me miro.

—¿De qué hablas?

—Estas más distraída que nunca, te la pasas suspirando a cada segundo, también tu cara se poner muy roja. A ti te pasa algo.

No podía mentirle a Danna, ella me conocía más que mi propia madre.

—No es nada—pero no le quiero decir que paso, sé que me matará.

—Está bien, no me digas, amiga.

Ese tono no me agrada, siempre lo usa cuando está enojada. Da terror.

—De verdad, no me pasa nada. Solo estoy cansada, no he dormido bien en estos días.

—¿Por qué? —Steffy le dio otra mordida a su manzana.

Piensa tonta, piensa.

—Es por la beca, pronto será la segunda selección y mis padres me tiene algo presionada, así que estoy estudiando mucho.

Ella pareció pensarlo y asintió, mejor no quería dar explicaciones ahora.

El descanso termino y comenzamos clases de nuevo, para mi mala suerte estas pasaron extremadamente lentas, sentía que los minutos eran horas.