Narra Noah
El aeropuerto a las 6:30 de la mañana, no es para nada entretenido. Sobre todo cuando te estás peleando con una mujer por tres estúpidos pasajes.
-Lo siento mucho, pero sin ningún adulto responsable que me permita entregarles los billetes y sin sus pasaportes, no podéis viajar.
La mujer era alta, morena, con ojos de un color que no podría definir ahora mismo, y su cabello estaba recogido en una alta cola de caballo. Lo mejor de todo, es que Will y Paul se quedaban embobados mirándola. Como se suele decir, sola ante el peligro.
Estupendo.
Ya era la tercera vez que tenía esta conversación, y no es que estuviera de buen humor, precisamente.
-Escúcheme, señorita adulto responsable. Llevamos en este maldito aeropuerto mas de una hora para comprar unos estúpidos pasajes que son muy necesarios para salvar el mundo de una catástrofe -le regañé yo- y no estoy dispuesta a...
-¿Semidioses? -me interrumpió-
Cerré mi estúpida y sensual boca, y me quedé mirándola consciente de que había hecho el ridículo, pero bien.
-Noah Parker, hija de Artemisa. Ellos son Paul y Will.
-Comprendo... Pasen por aquí, por favor.
Esto apestaba a trampa por todas partes. Aún así, no teníamos otra opción, y seguimos a la mujer. Ni siquiera me di cuenta de que la mujer no se había asombrado al saber quién era mi madre. Pasamos por un pasillo practicamente interminable y nos hicieron subir a un avión.
La mujer se nos quedó mirando, tal vez esperando propina, o qué se yo.
-Disculpe, señorita -dijo Paul-. ¿Su nombre?
-McLean -dijo con una sonrisa-. Piper McLean, hija de Afrodita.
-Un momento -interrumpió Will, asombrado- Usted es una semidiosa, ¿cierto? Sagrado Zeus, los dioses le concedieron la inmortalidad, soy un gran admirador suyo.
-Vaya... un fan, ¿eh? Supongo que estaréis en una misión. ¿Puedo ayudaros?
-Necesitamos hablar con Eros -dije yo, tal vez un poco seca, pero es que Paul no dejaba de mirarla, y lo admito. Los celos me comían-.
-Ah, Cupido -dijo Piper-. El dios menor preferido de mi madre Afrodita. No os será facil encontrarlo.
-Eso no es importante -dijo Paul-. Nos las podremos arreglar solos, lo único que necesitamos es que nos lleven a Francia. Aunque no tenemos mucho dinero...
-Sois semidioses, hijos de lo antiguo. En este avión viajáis gratis.
En ocho horas ya estábamos bajando del avión, preparados para la audiencia con Eros, aunque todavía debíamos encontrarle.
-Si, señor -se estiró Paul-. En la inmensidad de París... completamente solos.
-¿Por dónde empezamos a buscar? -pregunté yo-
-Lo primero sería dividirnos ¿no?
-Oh, no -dijo Will, quejándose-. Creo que sé cómo acabará esto...
-Noah y yo buscaremos información en la Biblioteca nacional de Francia. Will, tu busca por las calles y pregunta a gente que pueda pertenecer al mundo griego o romano.
-Por qué será que no me sorprende -contestó mi amigo-. Al bueno de Will siempre le toca la parte peligrosa.
-Y la mas emocionante -le respondí yo-. Mientras nosotros nos aburrimos buscando entre viejos libros tu te encontrarás luchando contra peligrosos monstruos.
-¿Qué? Uno nunca se aburre entre viejos libros. Espera... ¿cómo que peligrosos?
-Será mejor que comencemos a buscar -intervino Paul-. Al menos antes de que cierren la biblioteca. Nos encontraremos hoy a las 20:00. Tenemos algo mas de cinco horas, tiempo suficiente para encontrar a nuestro amigo Eros.
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Semidiosa no deseada (TERMINADA)
FantasíaNoah se creía una persona normal, al menos hasta que conoció a Paul. Él es un semidiós griego que decidió pasar el último verano con su madre, antes de continuar con sus estudios en el campamento mestizo. A petición de su padre, Paul deberá cuidar d...