Epílogo

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Narra narrador (Jo, Lydia, que lista)

Cuando Noah y sus amigos salieron al exterior del edificio, los dos semidioses se sintieron completamente distintos. Sobre todo Noah, ella había vivido su época de semidiosa sin sus poderes completamente desarrollados.

Por eso cuando piso el asfalto, se sintió como nueva. Sentía que podía escuchar lo que antes no era capaz, sentía que era capaz de ver cosas en la oscuridad que cualquier otra persona normal no habría sido capaz de percibir. Se sentía sigilosa, sentía que podía correr libremente sin que nadie se percatase de su presencia. Se sentía bien.

Se sentía libre.

Pero aun así, algo se había roto en su interior. Algo había desaparecido para siempre.

Por su lado, Zinaida no sabía en qué demonios se había metido. Había visto morir a alguien, la habían secuestrado y dos extrañas la habían rescatado para luego comunicarse con ella telepáticamente. Todo eso en unas dos horas.

-Tenemos que irnos –dijo Alia, al percibir los pasos de los soldados-. Al campamento.

Noah alzó la mirada, que había estado perdida desde el suceso. Sacó de un bolsillo de su cazadora una pulsera de cuero trenzado y se la tendió a Alia.

Todos eran conscientes de lo que era y de lo que significaba ese objeto.

Completaron el hechizo, causando en Zinaida los efectos que la primera vez en Noah, y se encontraron en la entrada del Campamento Mestizo.

-De vuelta a casa –suspiró Will, con tristeza-.

-¿Ca…Casa?  (jajAAAAA dijo cacaaa!!)–Preguntó Zinaida-

-Te lo explicaré más tarde –dijo el chico-. Ahora será mejor que informemos a los demás de… la situación actual.

Alia se acercó a Noah, y le tendió de vuelta la pulsera. La miró tristemente y le dio un fuerte apretón en la mano.

-Lo siento muchísimo –dijo-. De verdad que lo siento.

Noah continuó con la mirada perdida, y tomando la pulsera, se adentró en su hogar.

Todos atravesaron la puerta que separaba el mundo griego del de los mortales, y Zinaida no podía estar más asustada. Cientos de adolescentes luchando y gritando con espadas ensangrentadas, arqueros disparando hacia sus dianas, y personas que luchaban casi hasta la muerte.

Se mantuvo pegada a Will todo el trayecto, y Quirón, que estaba entrenando a algún novato, salió galopando a recibirlos.

-Dioses, ¡lo habéis conseguido! –gritó, sonriendo-

Todos interrumpieron su caminata excepto Noah, que siguió andando en dirección a las cabañas.

-¿Dónde está Paul? –dijo Quirón, sacando conclusiones.

Will le dirigió una mirada triste, y posó su mano sobre su maestro.

-Vamos a la Casa Grande, Quirón. Hay muchas cosas de las que hablar.

A Isabel, por descubrirme qué era lo que quería hacer con mi vida.

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Y.... SIP SMND ha terminado, y antes de que decidáis quemar mi casa (en serio, tengo mensajes privados que me amenazaban con eso después de que matara a Paul xD), tranquilidad. Habrá segunda parte, pero está en progreso. Si todo va bien, para este viernes o el siguiente SMND2  saldrá a wattpad! Muchísimas, muchísimas gracias por apoyarme y acompañarme tanto. Y en fin, si os ha gustado la historia no olvidéis compartirla, votarla y comentar, ayuda un montón a continuar! :)

Os llevo en la patata!

PD: Se que es corto, pero qué queréis, es un epílogo.

Os llevo en la patata again!

 

Semidiosa no deseada (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora