Capítulo 30

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Narra Paul

Vi a Noah acercarse con un anillo en la mano y cara de querer comerse un niño.

-Ya lo tengo –dijo a Alia-. Venga, larguémonos a salvar el mundo.

-Calma, chica –habló Will-. Tendremos que prepararnos, ¿no?

-Coincido –murmuró Alia-. Hay prisa, pero si lo hacemos todo demasiado rápido podríamos fracasar. Y no queremos eso.

-Bien –se calmó Noah-. ¿Qué hacemos entonces?

-Lo más conveniente sería pasar la noche en el campamento y hacer inventario de las armas.

Nos dirigimos hacia la Casa Grande y allí nos encontramos con Quirón, en su vieja silla de ruedas.

-¡Pero mira quién está aquí! –Sonrió- ¡Alia! ¡Qué sorpresa!

-Hola, Quirón –Alia le sonrió-.

-Os… ¿Os conocéis? –dijo Will confuso-

-No tengo la edad que aparento, Will –bromeó Alia-.

Él se quedó blanco.

-Venimos a decirte lo que sabemos y a hacer un resumen de nuestro plan –le dije yo-.

-Adelante, tengo tiempo, tomad asiento.

Todos nos sentamos y comenzamos a relatar nuestra historia, mientras que la mirada de nuestro maestro se volvía cada vez más y más sombría. Sin darnos cuenta, la noche calló, y todos nos dirigimos a nuestras respectivas cabañas, excepto Alia, que durmió en una de las habitaciones de la casa grande.

A la mañana siguiente…

Me encontré en las mesas de desayuno con Noah y Will, que aun saltándonos las normas, nos sentamos todos en la mesa de Poseidón.

¿Qué pasa? Era una cuestión importante, necesitábamos planificar el día.

-Bien –comenzó Will-. Repasemos el plan. Llegamos hasta Annie mediante el hechizo de Alia, cuando nos encontremos con Annie, quien seguramente no estará sola, nos enfrentamos a ella y sus compañeros, intentando no armar demasiado jaleo. Husmeamos un poco por donde estemos, buscamos la esfera y la destruimos.

Will no mencionó la parte del sacrificio, la del suicidio. Aun así, yo ya tenía claro quién se sacrificaría por el bien de la misión.

No iba a dejar que mis amigos murieran. Volverían al Campamento sanos y salvos.

-¿Paul? –Me llamó Noah- ¿Hay alguien ahí?

-¿Qué ocurre? –Salí de mi trance-

-Decíamos que íbamos a hacer el equipaje y encontrarnos con Alia en la entrada. Hay que darse prisa.

-Claro, vamos.

Después de hacer el equipaje y tener las provisiones en los petates, nos dirigimos hasta Alia en la entrada del Campamento, no sin antes despedirnos de los demás semidioses.

-Bueno –suspiró Alia-, en marcha.

-Espera –dije yo-, ¿no íbamos a ir hasta ahí con tu hechizo?

-Nuestro enemigo es poderoso, Paul. Y los hechizos localizables. No querrás que un titán aparezca con todo un ejército en el Campamento de repente, ¿verdad?

Nop, la verdad es que no me apetecía demasiado.

Seguimos a Alia a través del bosque y tras unos veinte minutos de caminata, al fin paró.

-Noah, dame el anillo –pidió-.

Noah se le tendió, y ella se lo puso.

-Mismas normas de la última vez –ordenó-. Y esta vez es muy importante que no os soltéis las manos o gritéis. Si mantenemos la formación no pasará nada, solo os marearéis un poco, ¿de acuerdo?

Todos asentimos y nos cogimos de las manos.

-Allá vamos… -murmuró Noah-.

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heey ¿que tal? NUEVO CAPÍTULOOOO  la cosa está empezando a ponerse caliente....

LOL CASI 10K DE LECTURAS! SOIS MUUUUY GRANDES!

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Semidiosa no deseada (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora