Narra Paul
Vi a Noah acercarse con un anillo en la mano y cara de querer comerse un niño.
-Ya lo tengo –dijo a Alia-. Venga, larguémonos a salvar el mundo.
-Calma, chica –habló Will-. Tendremos que prepararnos, ¿no?
-Coincido –murmuró Alia-. Hay prisa, pero si lo hacemos todo demasiado rápido podríamos fracasar. Y no queremos eso.
-Bien –se calmó Noah-. ¿Qué hacemos entonces?
-Lo más conveniente sería pasar la noche en el campamento y hacer inventario de las armas.
Nos dirigimos hacia la Casa Grande y allí nos encontramos con Quirón, en su vieja silla de ruedas.
-¡Pero mira quién está aquí! –Sonrió- ¡Alia! ¡Qué sorpresa!
-Hola, Quirón –Alia le sonrió-.
-Os… ¿Os conocéis? –dijo Will confuso-
-No tengo la edad que aparento, Will –bromeó Alia-.
Él se quedó blanco.
-Venimos a decirte lo que sabemos y a hacer un resumen de nuestro plan –le dije yo-.
-Adelante, tengo tiempo, tomad asiento.
Todos nos sentamos y comenzamos a relatar nuestra historia, mientras que la mirada de nuestro maestro se volvía cada vez más y más sombría. Sin darnos cuenta, la noche calló, y todos nos dirigimos a nuestras respectivas cabañas, excepto Alia, que durmió en una de las habitaciones de la casa grande.
A la mañana siguiente…
Me encontré en las mesas de desayuno con Noah y Will, que aun saltándonos las normas, nos sentamos todos en la mesa de Poseidón.
¿Qué pasa? Era una cuestión importante, necesitábamos planificar el día.
-Bien –comenzó Will-. Repasemos el plan. Llegamos hasta Annie mediante el hechizo de Alia, cuando nos encontremos con Annie, quien seguramente no estará sola, nos enfrentamos a ella y sus compañeros, intentando no armar demasiado jaleo. Husmeamos un poco por donde estemos, buscamos la esfera y la destruimos.
Will no mencionó la parte del sacrificio, la del suicidio. Aun así, yo ya tenía claro quién se sacrificaría por el bien de la misión.
No iba a dejar que mis amigos murieran. Volverían al Campamento sanos y salvos.
-¿Paul? –Me llamó Noah- ¿Hay alguien ahí?
-¿Qué ocurre? –Salí de mi trance-
-Decíamos que íbamos a hacer el equipaje y encontrarnos con Alia en la entrada. Hay que darse prisa.
-Claro, vamos.
Después de hacer el equipaje y tener las provisiones en los petates, nos dirigimos hasta Alia en la entrada del Campamento, no sin antes despedirnos de los demás semidioses.
-Bueno –suspiró Alia-, en marcha.
-Espera –dije yo-, ¿no íbamos a ir hasta ahí con tu hechizo?
-Nuestro enemigo es poderoso, Paul. Y los hechizos localizables. No querrás que un titán aparezca con todo un ejército en el Campamento de repente, ¿verdad?
Nop, la verdad es que no me apetecía demasiado.
Seguimos a Alia a través del bosque y tras unos veinte minutos de caminata, al fin paró.
-Noah, dame el anillo –pidió-.
Noah se le tendió, y ella se lo puso.
-Mismas normas de la última vez –ordenó-. Y esta vez es muy importante que no os soltéis las manos o gritéis. Si mantenemos la formación no pasará nada, solo os marearéis un poco, ¿de acuerdo?
Todos asentimos y nos cogimos de las manos.
-Allá vamos… -murmuró Noah-.
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heey ¿que tal? NUEVO CAPÍTULOOOO la cosa está empezando a ponerse caliente....
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Semidiosa no deseada (TERMINADA)
FantastikNoah se creía una persona normal, al menos hasta que conoció a Paul. Él es un semidiós griego que decidió pasar el último verano con su madre, antes de continuar con sus estudios en el campamento mestizo. A petición de su padre, Paul deberá cuidar d...