You are my Bad Boy © |EDITANDO|

12

Probablemente moriré en este momento a causa de falta de aire.

Sujetaba mi estomago con mis brazos sentada en un banco que estaba allí riéndome de los gritos de mi hermano y YoonGi.

El juego apenas había comenzado y ellos dos ya estaban gritando.

Mi teléfono vibró en el bolsillo de mi pantalón; aún riendo lo tomé y revisé las notificaciones.

Mr. Arrogant.
-¿Ya te había dicho que tienes una risa escandalosa?
1:57 PM

Me asusté un momento; ¿me estaba viendo?, giré mi cabeza a todas direcciones hasta que lo encontré entre la gente que pasaba caminando.

-¿Me estas siguiendo?
1:58 PM

-Nope, se podría decir que es obra del destino; ¿no crees?
1:58 PM

-Mmh; ahora que lo pienso, quizá si.
1:58 PM

-La verdad es que estaba aburrido y decidí venir; y siendo sincero, no me arrepiento. Mira con quien me vine a encontrar ;).
1:58 PM

Me quedé estupefacta al leer el mensaje y por una razón extraña razón, sentí arder mis mejillas nuevo.

Giré mi cabeza para ver a Jeon; él sólo se limitó a sonreirme y después me hizo una seña en forma de que lo siguiera con la cabeza.

Y como si yo no controlara mis movimientos; me paré del banco casi de un brinco sonriendo.

Seguí a Jungkook hasta que llegamos a la parte trasera de una atracción del parque; él me miró sobre su hombro y sonrió a lo que yo respondí de la misma manera.

Nos pusimos frente a frente, él seguía con su sonrisa.

--Así que-- dije rompiendo el silencio-- obra del destino, ¿eh?-- Sonreí.

--Eso creo, ¿tu no?-- Sonrió burlón.

--Amenos de que no sea que al destino le encanta hacerme sufrir o enfadar cuando estoy contigo, no veo que otra cosa sea.-- Me crucé de brazos.

--Ouch.-- Se hizo el ofendido llevando su mano a su pecho.

— Cómo si tuvieras sentimientos.— me burlé.

— ¡Los tengo!— contraatacó.

— -reí- Yo... no creo en ese tipo de cosas, el destino es bastante cruel y no veo por qué traería algo bueno— aclaré mi garganta— Por eso, confirmo que le gusta molestarme.

Traté de ocultar con una broma lo que había dicho para así no despertar interés en Jungkook sobre preguntarme el por qué me refería así al caprichoso destino, pero parecía que Jeon no tomó todo como una broma.

— Eres bastante misteriosa, Hye Min.

— Y tú, bastante descuidado con tu hermano, ¿dónde está?— cambié de tema.

— No vine solo aquí, he venido con Soo y mi madre.

Su... ¿su madre?

Que yo sepa, él no se llevaba bien con ella.

Jungkook notó mi confusión y al momento en el que me animé a hablar él me cortó, hablando él en mi lugar.

— Larga historia.— dijo solamente dejándome más que extrañada.

— ¿Y la misteriosa soy yo?— respondí con gracia.

Bajé mi cabeza y reímos los dos; cuando la subí me tope con esos ojos oscuros mirándome fijamente.

Miré de reojo a los lados, apenas girando mi cabeza, después miré a Jungkook de nuevo y sonreí nerviosa.

--¿Qué?-- dije sonriendo mirando a Jeon.

--Nada-- Sonrió torcidamente.

--Eres raro, Jeon-- Solté una pequeña risa.

Él se acercó a mi.

--¿Crees que soy raro?-- Me miró a los ojos aún sonriendo.

--Oh, vaya que si lo creo-- Asentí con la cabeza repetidas veces.

--Bueno; yo a lo raro lo llamo ser único-- Se acercó más.

Apenas reí y después sólo nos miramos; directo a los ojos.

Sentí una especie de pánico abarcar todo mi cuerpo pero a la vez no podía moverme, algo me lo impedía y no sabía con exactitud qué era, o si tal vez era yo y culpaba a algo externo por dejarme llevar en mis deseos más profundos que ni siquiera sabía de su existencia.

Sólo era una confusión, una terrible confusión que me gustaba, lo admitiera o no, y que, a la vez me asustaba. No fiaba del todo de Jeon porque si claro, he tenido encuentros bastante comprometedores con él y que incluso involucraron a mi hermano y a mi primo llevándolos a las peleas, pero esto no se comparaba en nada.

Hye Min, deja de pensar tonta y date cuenta de lo que pasa ahora.

Él estaba bastante cerca.

Me aterraba, a la vez que me impacientaba por lo lento que lo hacía, ¿será que está nervioso?

Pffff, ¿Jeon Jungkook nervioso?

Pagaría por verlo.

Jungkook fue acercando su rostro al mio y cuado estuvo a centímetros de mi; cerró los ojos y por inercia, dejando todo el pánico que había tenido segundos atrás, yo lo hice también.

Lo siguiente que sentí, fueron sus labios con los mios.