Otro capítulo más...espero que lo disfruten.
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-Villalba, ya me enteré que vas bien en la terapia física- me dice Matt cuando entra a la habitación del hospital.
-Hace tres meses desperté y aun no puedo caminar por mi propio pie ¿Crees que voy bien?- le pregunto un tanto amargado.
La verdad, me siento un poco irritado con él, no venía por aquí desde hace un par de semanas. Aunque quizás debería mostrarme agradecido de que aunque sea de vez en cuando venga, considerando que tiene que conducir de Los Angeles hasta San Diego.
-Te traigo la información que me pediste, sobre el Hotel de Ensenada- me informa, sacudiendo frente a su rostro una carpeta.
Mi corazón late aceleradamente, por fin voy a saber que rayos pasó en ese Hotel. Voy a tener una pista sobre lo que pudo haber pasado con Emma, de ahí puedo partir para investigar su paradero. Tomo el folder entre mis manos, siento como un temblor de ansiedad se empieza a apoderar de mí.
Mis ojos devoran la información que contiene el informe policial. Es de la policía mexicana. Dos hombres muertos, uno por impacto de bala en la parte posterior de la cabeza. El otro por varios impactos en pecho y tórax. Siento como si me dieran un golpe en el estómago, que me sofoca, el aire de mis pulmones deja de ser suficiente para respirar, cuando leo. Dos personas del sexo femenino, fallecidas, una por un impacto de bala en la parte posterior de la cabeza, la otra por dos heridas de bala en el pecho.
Respiro agitadamente. Dos mujeres muertas.
-¿Todo bien?- me pregunta Matt. No le respondo.
Rebusco entre el folder, cualquier información que me diga la identificación de esas mujeres. Pero no dice nada, ni siquiera mencionan la mochila. Entonces veo que cae una foto. Matt la recoge y me la entrega con mirada preocupada. Puedo sentir poco a poco, como mi rostro se contrae al mirar la escena, es una sola foto, pero con ella, es suficiente para que mis esperanzas mueran instantáneamente.
En ella se mira una sangrienta escena, el cuerpo de Lety, boca arriba, un hombre muerto sobre una de las camas de la habitación, otro más al fondo de la habitación, está tirado boca abajo, pero lo que me devastó, fue verla a ella. Está tirada boca abajo, muy cerca de la puerta, un gran charco de sangre bajo su cabeza, la ejecutaron de la manera más vil, su hermoso cabello alborotado, está manchado por el rojo liquido de la sangre.
Mi Emma, mi hermosa asustadiza, está muerta.
-¿Todo bien Villalba?- pregunta de nuevo.
Levanto la mirada. Las lágrimas se agolpan en mis ojos y un grito de furia amenaza con salir. El dolor que siento solo es comparable con el de la muerte de mi madre.
Las mataron, estos hijos de puta, las mataron.
-Emma está muerta- digo en un susurro y escucharme de alguna manera lo hace más real, quiero salir corriendo, intento ponerme de pie, pero mis piernas no me responden, no de la manera que deberían, me agarro de la mesa de hospital, en la que estaba comiendo hace un rato.
-¿Qué haces Villalba?- me pregunta Matt. Sosteniéndome.
Me siento tan malditamente vulnerable, ni siquiera puedo salir corriendo a gritar mi dolor, como lo estoy deseando en estos momentos.
-¡Está muerta!- grito y sin darme cuenta empiezo a llorar. Otra cosa que no hacía, desde la muerte de mamá.
Emma ha muerto y con ella todos mis deseos de recuperarme, de salir de este lugar de mierda, que me tiene tan harto. Ella ha muerto y de repente todos mis sueños desaparecieron, ha muerto y con ella todos mis deseos de vivir.
