Perdón, perdón y perdón... he andado como loca, pero los premiaré con otro capítulo al instante...vota, comenta y comparte pleaseeee!!!!
En multimedia...Matt Espino, que les parece???
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-Quiero salir a correr, llévame a la carretera- me dice Emma, haciendo un puchero y mirándome con sus bellos y tiernos ojos castaños claros.
Está recargada en la moto que usa para las lecciones de manejo, trae puesta su chamarra de cuero, me encanta su aspecto y su cabello revuelto.
Algo atraviesa mi pecho, una amenaza, pero no entiendo cuál, miro alrededor, estamos en el exterior del rancho.
-No, nena, te quiero segura aquí- le digo. Ella me mira con decepción. -Ven- le digo ella obedece y la aprieto contra mi pecho, rodea mi cintura con sus brazos.
-¿Ángel, me amas?- pregunta.
-Con el alma- le respondo. Ella sonríe, una sensación de haberla extrañado mucho, me invade y no entiendo por qué.
-¿Por qué me miras así?- pregunta con el ceño fruncido.
-Siento que te he extrañado- le digo. Ella sonríe complacida, sus hermosas pecas casi brillan bajo la luz del atardecer.
-Tonto, si no nos hemos separado nunca- me dice burlándose.
-Lo sé amor, pero te extrañaría demasiado si te alejaras de mí- le confieso.
-Es una suerte para ti, que eso no vaya a suceder- me dice pasando sus brazos por mi cuello y acercándome a su rostro. Sus ojos penetran hasta lo profundo de mí ser.
De repente su mirada parece perdida, vacía y veo como poco a poco sus ojos se empiezan a llenar de lágrimas.
-¿Qué pasa?- le pregunto.
-Te extraño Ángel- me dice y empieza a sollozar, su llanto es incontenible.
-¿De qué hablas Emma? Estoy aquí, a tu lado- le digo.
Pero su mirada sigue perdida, en un punto donde debería enfocar mi rostro.
-Emma- le digo, tratando de tocar el suyo, pero mi mano lo atraviesa, como si fuera de aire ¿Qué está pasando? Un fresco viento llega repentinamente y ella se abraza el pecho.
-Duele hasta recordarte- dice y más lágrimas se derraman. -Te amo con todo mi ser- dice mirando hacia el atardecer.
-Emma- la llamo, pero ella no voltea.
Me pongo frente a su mirada, pero ella parece no notar mi presencia. De nuevo llevo mis manos a su rostro para limpiar sus lágrimas. Esta vez ella cierra los ojos y por un momento pienso que fue por el roce de mi piel, pero no es así. Seca sus lágrimas y se pone un casco, se sube a la moto y la enciende.
-¡Emma!- le grito, pero empieza a alejarse a toda velocidad hacia una luz resplandeciente que la engulle al momento de llegar a ella y desaparece sin dejar rastro.
Entonces entiendo que yo no era el de aire, sino ella. Por eso no pude tocarla, empiezo a respirar agitadamente, al comprender que eso solo puede significar que está muerta. ¡No! Imágenes de un enfrentamiento armado en el rancho llegan como flashazos a mi memoria, pero no tengo idea de lo que significa.
Una luz aparece de repente y me encandila, casi puedo sentir el dolor en mis ojos, al mirarla, que alguien la apague por favor.
-Hay respuesta en sus pupilas- escucho la voz de una mujer.