Después de 1000 años, un nuevo capítulo, ni siquiera me justificaré, porque sé que no hay ninguna que valga la tardanza que he tenido en actualizar.
Una disculpa y espero disfruten este capítulo...
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-¡Hijo de puta! ¡Está Checo ahí!- mi voz tiembla por la rabia y la impotencia. -Avisa que tenemos confirmación de su presencia- prácticamente arrojo el teléfono hacia la detective.
Sabemos que Checo está hablando, pero no se entiende absolutamente nada de lo que dice.
-Esto va a pasar, mi amiga se va a ir y nosotros vamos a esperar el tiempo que yo considere necesario para...ponernos al día. Eso si no quieres tener que explicarle a tu socio, la razón de por qué los sesos de su hijo están desparramados frente a su casa- la voz de Emma sale con tal confianza y seguridad que me sorprende por un momento, está sacando fortaleza a saber de dónde y eso es de admirarse.
-¿Es en serio? ¿Se va a ofrecer como carnada? Esa chica tiene más cojones que muchos que conozco- Ramos interviene ganándose una mirada furiosa de mi parte, cualquier intervención me desconcentra y es lo que menos quiero en estos momentos.
-Sal de ahí, sal de ahí, sal de ahí- digo repetidamente y en voz baja, como si con eso lograra hacer que ella me escuchara y obedeciera.
-Ya oíste Mirna. ¡Acelera!- se escucha de nuevo.
El ambiente en el vehículo se vuelve más tenso, al parecer no soy el único que contiene la respiración, todos esperamos que Emma en el último minuto haya recapacitado y se haya subido para alejarse con Mirna, pero yo la conozco y sé que no lo hizo.
-Omar, Omar ¿Me escuchas?- la voz de Mirna se deja oír por el altavoz, Fuentes intenta activar el micrófono, pero sus manos tiemblan tanto que no da con él, así que yo lo hago en su lugar.
-¡Mirna, aquí estoy! He estado escuchando todo- responde.
-Omar ayúdame, tengo mucho miedo- ella parece estar hecha un manojo de nervios.
-Tranquilízate Mirna, vamos en camino- explica.
Desactivo el micrófono para informarle lo que es necesario que sepa.
-Conozco a estos cabrones, tu hermana tiene que acelerar, ellos no ceden tan fácil- le explico, estoy seguro que en cualquier momento la seguirán y la llevarán de nuevo cautiva. Él activa de nuevo el micrófono.
-Mirna, acelera, no importa que pases topes, ponte el cinturón y huye a toda velocidad, si te persigue una patrulla no te detengas ¿En qué tipo de carro vas?- le pregunta.
-No lo sé...una camioneta negra- dice nerviosamente. -¡Omar está cerrada la reja!- dice ella en tono histérico.
-Ponte el cinturón y acelera, no te detengas- le indica su hermano.
Escuchamos el motor rugir con fuerza y unos segundos después un estruendoso golpe y un grito histérico. Omar trae los nervios de punta y al oír a su hermana, pierde el control del vehículo, estando a punto de salirse del camino, logra dar un brusco giro para después estabilizarlo.
Solo falta que no lleguemos por un accidente.
-Tranquilo yo me encargo- le digo refiriéndome a darle indicaciones a su hermana. -¿Mirna?- la llamo, pero no hay respuesta. -¿Mirna?- la llamo de nuevo.
-Aquí estoy- contesta finalmente, de fondo se hace escuchar el rugido del motor de la camioneta en la que está huyendo.
-Soy el agente Villalba, vengo a un lado de tu hermano, él escucha todo lo que dices ¿Estás bien?- le pregunto.
