Solo que Emma no llega. Y para mi maldita mala suerte, no grabé el número del celular prepago que le di. No le vi caso, ya que, se supone que no lo podría encender estando en casa, así que yo no me intentaba comunicar con ella.
¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!
Estoy estacionado cerca de la parada de autobuses, llevo más de 20 minutos esperando. Esta es la parada más cercana al centro comercial, dudo mucho que ella haya usado otro medio de transporte, quizás un taxi, pero tendría que pedirlo a la central para que la recogiera y quiero pensar que no tiene encendido el celular, quiero creer que al menos en eso ha sido lo suficientemente cuidadosa.
Quizás sea bueno ir a casa, a asegurarme que haya llegado o esté por llegar. Me debato entre ir o esperar unos minutos más, hasta que decido que no va a llegar a donde estoy, que ha pasado tiempo suficiente como para que haya llegado a casa.
¿Y si Omar logró convencerá de llevarla a algún lado? Tomo mi celular y le marco al detective, pero la línea está ocupada.
¡Al diablo! Iré a casa.
Enciendo la camioneta y empiezo a avanzar. Apenas recorro unas cuadras, cuando veo el número de Liz en la pantalla de mi celular, es una llamada entrante. Me veo tentado a no contestarle, pero dado que estoy al pendiente de cualquier información que nos llegue, no me puedo dar ese lujo.
-¿Qué pasa?- le pregunto al descolgar.
-La tienen- no es la voz de Liz la que escucho, es la de Omar. –Tienen a Emma y a mi hermana- asegura.
Me cuesta unos segundos comprender lo que me está diciendo.
-¿De qué estás hablando?- le pregunto.
-Ven a la estación, te pongo al tanto- le digo.
No tiene que decírmelo dos veces. Giro el volante repentinamente para dar una vuelta en "U" y piso el acelerador hasta el fondo, estoy seguro que acabo de dejar una marca negra de llantas sobre el pavimento.
-Llego en cinco minutos- le aseguro antes de colgar la llamada.
Tiene que ser un error. No puede ser cierto. No pueden tener a Emma, no pudieron haberla capturado. ¿Qué rayos tiene que ver la hermana de Omar? Nada de esto tiene sentido.
-¡Puta madre!- grito con frustración.
Minutos después, entro corriendo a la estación de policía, estoy desesperado y no me importa que me miren como un loco.
-Agente Villalba- me llama la oficial de la recepción. No me detengo a su llamado. –Están en la sala de juntas- informa y cambio mi rumbo.
-¿Qué pasa?- exijo saber apenas entro a donde está el par de detectives.
-Tengo una llamada enlazada del número de mi hermana. Emma marcó, creo que las tienen a las dos- Omar habla apresuradamente.
-A tu hermana ¿Por qué?- interrogo.
-No tengo la menor idea- la voz de Omar tiembla, no sé si de nervios, rabia o una combinación de los dos.
-Ya llamamos al grupo de técnicos para que nos ayuden a rastrear la llamada y a conectar el celular de Omar al equipo de conferencia- informa Liz.
-Me preocupa que no se escucha nada- dice Fuentes con frustración y le da una mirada al celular sobre la gran mesa que está en el centro de la sala.
-¿En cuánto tiempo llegan los técnicos?- pregunto a Liz, pero esta no tiene la respuesta.
-Averígualo por favor, diles que es de vida o muerte- en este momento me importa poco que ellos se den cuenta de lo que esto significa para mí, de lo que Emma significa para mí.