*A pesar de que la morena aparentaba ser muy seria y fría, tú la conocías muy bien y sabíasque en el fondo era una persona muy frágil. Y eso no era malo, todo lo contrario, eso era lo que te hacía amarla con locura*
–¡vamos a acabar con todos y cada uno de ellos!–soltó en voz alta Harriet al pequeño grupo de sobrevivientes frente a ella–. Eliminaremos a CRUEL una persona a la vez.–
Mientras que toda la gente vitoreaba y mostraba su apoyo, Harriet aprovechó la distracción y se alejó del campamento. Tras corroborar que nadie me siguiera, fui tras la chica, a la cual encontré sollozando apoyada en una gran piedra.
–Hey ¿qué sucede?–solté con dulzura mientras me agachaba hasta su altura.
Harriet se sobresaltó un poco, pero al ver que se trataba de mi se tranquilizó.
–Esto que pasó... pudo evitarse.–se secó las lágrimas.
–Tal vez... tal vez no. Eso no puedes saberlo, Harriet.–
–TENDRÍA que haberlo sabido, ahora por mi culpa Aris y Sonya no están con nosotros.–
Tomé sus manos y las acaricié suavemente, sabía muy bien que aquello calmaba a la chica.
–Escucha, Harriet. No importa si esto pudo o no pudo haberse evitado. Lo importante aquí es lo que vamos a hacer al respecto. Te necesitan, yo te necesito, así que no dejaré que caigas ahora ¿si?-la chica me miró–. ¿qué te parece si comenzamos por una pequeña sonrisa? ¿una chiquitita?–la morena soltó una pequeña risa mientras negaba.
–Sólo tú puedes sacarme de estos ataques...–
–¿sabes por qué?–subí mis manos a sus mejillas–. Porque te amo.–Harriet sonrió.
–Sí, pero yo te amo más.–
–Imposible, yo te amo más.–ambas reímos por lo bajo.
Poco a poco fui acercando mi rostro al suyo, para finalmente unir nuestros labios en un beso.
No te preocupes, Harriet. Pase lo que pase, nunca voy a dejarte caer...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
