*habías pasado la tarde junto a Thomas y a pesar de que solía distraerse por momentos, era una compañía muy agradable. Lo que no sabías, era que un muy celoso Newt los observaba desde lejos*
–Así que... pasaste la tarde con Thomas.–soltó Newt sin despegar la vista de sus manos.
–Así es.–sonreí.
–Y supongo que se divirtieron...–
–Bastante, sí.–
–Ya veo... entonces ya no me quieres.–lo miré enarcando una ceja.
–¿pero qué dices, shank? ¿acaso un penitente te picó el cerebro? Yo nunca dejaría de quererte.–solté casi enojada.
–Entonces... ¿todavía soy tu larcho favorito?–el pequeño enojo que tenía desapareció al ver la linda sonrisa que Newt tenía en el rostro.
Tomé sus mejillas y planté un casto beso en sus labios.
–¿eso responde a tu pregunta?–
Newt sonrió avergonzado mientras bajaba la mirada.
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