~° Shots, imaginas y demás garlopas (The Maze Runner)

Thomas: imagina

*desde que viste a Thomas llegar al Brazo Derecho con el resto de su grupo, sentiste una extraña atracción hacia él: te gustaba demasiado. Pero cuando CRUEL los atacó, decidiste no unirte a su lucha y marcharte junto a un grupo pequeño de personas rumbo a la última ciudad, donde se unieron a un pequeño grupo de supervivientes. Meses después, por pedido de tu colega Gally, debías ayudar en una misión que posiblemente le daría fin a CRUEL.*

–Debes dirigirte al estacionamiento, allí verás una mini van verde, subes y haces lo que nuestro contacto te pida.–

–Este contacto... ¿es de fiar?–Gally asintió–. Si tú confías en él, yo también...–

Tomé mi mochila y bajé por los túneles subterráneos.

°•°

No me tomó más de 10 minutos llegar al estacionamiento.
Tras buscar el vehículo rápidamente, lo encontré al final del lugar, casi ni se veía.
Al abrir la puerta, me encontré con la última persona que se me ocurriría ver.

–¿Thomas?–el chico se sorprendió de inmediato, mirándome de forma algo extraña.

–____... Hola.–no pude evitar soltar una risita.

–Así que tú eres el contacto.–asintió.

–No esperaba verte por aquí.–

–Pues somos dos...–me metí al auto–. ¿qué haremos? Gally dijo que tú me darías indicaciones.–

–¿de dónde lo conoces?–comenzamos a andar.

–¿a Gally? Nos conocimos por casualidad, estamos junto desde hace algunos meses.–

–¿juntos de pareja o... juntos de... juntos?–lo miré divertida.

–Juntos de juntos, tonto. Como grupo.–reí–. No podría salir con Gally.–

–¿por qué no?–

–Porque a mi me gustas tú, tonto.–solté como si nada sin despegar mi mirada de la ventana–. Y antes de que digas algo, sé que te gusta la perra de Teresa y lo entiendo.–

Mierda, ¿por qué le dije eso? Acabo de cagar al 110% el viaje.

En cuanto el auto se detuvo, cerré los ojos maldiciendo por lo bajo.

–____, yo...–negué mientras volteaba a mirarlo.

–Thomas, está BIEN. De verdad no tienes que hacer esto, ni siquiera tendría que haber dicho eso. Sólo... olvidalo ¿si? Sigamos andando.–

–No puedo sólo... olvidarlo. Acabas de decir algo muy importante para mi.–lo miré confundida–. ____... tú también me gustas.–

El chico sonrió avergonzado antes de volver a poner en marcha el vehículo.

–Vaya... esa no me la esperaba.–

El resto del viaje ninguno dijo nada, por mi parte no creía que hiciese falta, pues...

Ambos dijimos lo que queríamos decir y escuchamos lo que queríamos oir.