*Newt se había acercado a Gally para hacerle una pregunta, una que al líder de los constructores no le hizo ninguna gracia*
Narra Gally
–Gally, ¿podemos hablar?–
Cuando Newt se acercó tan serio, no pude evitar preocuparme.
–¿qué sucede, Newt? ¿algo malo?– el rubio negó.
–No, nada de eso... ¿podemos hablar a solas?–asentí intrigado.
Nos alejamos un poco de los demás, de verdad todo este misterio me estaba asustando.
–Vamos, suéltalo. ¿qué te tiene tan misterioso?–
–Bueno... he visto que tú y ____ son bastante unidos...–frunci el ceño.
–Sí... ¿y?–
–Quería ver si tú podías ayudarme a acercarme a ella.–
–¿disculpa?–
–Ya sabes, me gusta ella. Es tan linda.–sonrió como un shank–. Tienes suerte de tenerla cerca, su sonrisa, su voz su-
–Ya, larcho.–lo frené–. Detente o tendré que romperte tu garlopa cara. ____ es mi chica, así que deja tus enamoramientos. Lo siento, pero así son las cosas. Te diría que busques otra chica pero...–palmeé su hombro–. Ya sabes, laberinto.–le dediqué una sonrisa–. Nos vemos, Newt. Y recuerda, mantén los ojos lejos de mi chica o los pierdes, simple y claro.–
Me alejé del rubio para volver al trabajo, pero me crucé a ____ en el camino.
–¿todo bien? Newt se ve algo perturbado.–exclamó la chica preocupada.
–Oh no, está todo bien.–pasé mi brazo por sus hombros, para luego besar su cabeza–. Sólo... conversábamos cosas de chicos, está pensativo, es todo.–
La chica me dedicó una amplia sonrisa antes de besar mi mejilla.
Lo siento, Newt. Pero estos besos son sólo míos.
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