*desde que conociste al coreano, nunca supiste exactamente cuál era su nombre. Por vergüenza a preguntarle, simplemente te dirigías a él como "hey" o "amigo". Pero un día, no tuviste chance de escapar al dilema.*
–____, ¿podrías llamar a los demás? Estamos por filmar.–asentí ante el pedido de Thomas.
Uno a uno encontré a los chicos que participarían en la escena, pero me faltaba uno: el señor "no sé su nombre". Caminando cerca de la baranda del segundo piso, vi al chico en el piso de abajo, conversando con uno de los tipos de seguridad.
Diablos, podría gritarle que suba o bajar hasta allá... no quiero bajar.
–Emm... ¡hey!–se dieron vuelta algunas personas, pero no el chico–. ¡amigo! ¡compañero!–otra vez nada. Suspiré–. ¡Ki Hong Lee!–
Esta vez el chico volteó a verme confundido. Súper avergonzada, le hice una seña con la mano para que subiera.
–¿acabas de llamarme por mi nombre y apellido?–exclamó risueño al llegar hasta mi posición.
–Sí, es que... no sé dónde termina tu nombre y empieza tu apellido.–el chico rió.
–Es ki Hong. Lee es mi apellido.–
–Ki Hong... se me hace extraño llamarte así ¿son tu primer y segundo nombre o... todo junto?–Ki Hong negó sonriente.
–Si quieres sólo llámame Lee.–sonreí.
–Perfecto, Lee. Me gusta como suena.–
–Me alegra que te guste, porque cuando nos casemos, será tu apellido.–bromeó el chico mientras comenzaba a alejarse.
Aquellas palabras me dejaron totalmente congelada, y de no ser por el grito de Wes para que me apurara, me hubiese quedado todo el día ahí parada.
____ Lee... realmente no sonaba tan mal.
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