Venias de una prestigiada familia de Dorne y aun cuando tu padre te prometió que no te casaría contra tu voluntad lo habían hecho.
Cuando tu padre murió la familia estaba en quiebra así que tu madre busco una solución y esta fue casarte con nada más y nada menos que el primogénito de Ned Stark, si, te convertirías en la señora de Invernalia.
No importo cuando te negaras y le rogaras a tu madre que no lo hiciera, al final no hubo nada que impidiera tu matrimonio con el joven lobo.
Respecto a el tampoco estaba muy feliz y aun cuando no esperabas un buen trato de su parte te dolía el que fuera tan grosero contigo.
Ned y Catelyn habían intentado que Robb cambiara su actitud pero el aún se encontraba resentido como si fuera el único al cual le arrebataron su libertad.
Ahora se encontraban en la cena, ya luego de un mes de casada,
-¿______?- pregunto Aria.
-¿Si?-respondiste.
-Sé que eres muy buena con el arco y la espada y tenía la duda si les enseñan eso a todas en Dorne- pregunto la niña.
-Pues en realidad les enseñan a bordar, cocinar, rezar. Pero mi padre me crio para ser una guerra más que para ser esposa- respondiste tratando de no ofender a nadie.
-Genial, ¿Me enseñarías?- pregunto entusiasmada.
Solo sonreíste y le dijiste amablemente –Pues si tus padres lo permiten no hay problema-
Luego de eso llego la hora de dormir para ti, la peor parte del día ya que es cuando te quedabas a solas en tu habitación con Robb.
Se encontraban bajo las pieles de su cama cuando este hablo.
-¿Guerrera? ¿Enserio?-
-¿Qué?-
-Solo que no me lo creo- dijo con una pequeña sonrisa.
-Te ganaría en una batalla- respondiste.
-Me gustaría verlo- volvió a decir le joven lobo.
Fue esa pequeña conversación la que dio pie a una pequeña amistad, hablaban, rían he incluso bromeaban, el ambiente entre ustedes había dejado de ser tenso he incluso se podría decir que ambos estaban enamorados.
Te encontrabas en tu habitación debido al frio del exterior cuando entro un preocupado Robb.
-¿______? Tenemos que hablar- dijo.
-¿Qué pasa?-preguntaste.
-Los ancianos están ¿Cómo decirlo? Metiendo presión y-dijo nervioso.
-¿Y?-
-Saben que no hemos consumado el acto y que por ende no estás embarazada, así que-continuo.
-Dices que debemos acostarnos- dijiste tímida.
-Si- te respondió agachando la mirada.
Era algo delicado para ti, aun eras virgen y aunque sentías algo por Robb aun te parecía demasiado pronto, sin embargo no había otra opción.
-Lo lamento- te dijo triste.
-No pasa nada, tranquilo- contestaste.
Robb te miro y se acercó a besarte tímidamente como si tuviera miedo de que lo rechazaras, vaya fue su sorpresa cuando le seguiste el beso, no era el primero que se daban pero en esta ocasión era un contexto totalmente diferente
Les vengo a traer este OS caca, lo se.
¿Quieren segunda parte?
