Anatoly y Valdimir Ranskahov, dos nombres que no podía sacar de mi cabeza por una razón, eran unos traficantes a los que llevaba siguiéndoles la pista por varias semanas ya.
Como justiciera, yo Khristeen, era mi deber entregarlos a la policía hasta que una noche mientras perseguía a Anatoly mientras llovía caí de unas escaleras extrañamente a pesar de que este sabía lo que podía conllevar, me ayudo con la herida que me había ocasionado al caer.
De ahí no pude evitar comenzar a sentir algo de simpatía por el tipo. Un sentimiento que no debía de estar ahí. Se supone que me guio por las normas, por lo que es correcto y llevo ante la justicia a aquellos que rompen las reglas, pero no pude evitarlo.
Comencé a verlo en una azotea de Hells kitchen por unos días, éramos amigos supongo. Las cosas iban bien y por lo que sabía el ni siquiera le había dicho a su hermano cosa que agradecía. Era nuestro secreto. Pero la vida no es color de rosa, nunca lo ha sido.
Había una redada contra ellos, el edificio rodeado, patrullas por doquier, policías, sirenas sonando no había nada mas que hacer y debía dejar de ignorarlo, era un tipo malo y en mi responsabilidad estaba atraparlo.
Sin salida, estábamos en la azotea de nuevo, vaya karma.
-No puedes huir-le grito.
-¿Por qué no me atrapaste antes? ¿A esto hemos llegado? - me responde.
-No es lo que quiero, pero sabes que debo hacerlo- apenas si pude decirlo al borde de las lágrimas.
-No tienes que linda- dice mirando hacia atrás, había otro edificio mas pequeño. Fácilmente resistiría la caída.
Al notarlo corrí hacia el pero en sus reflejos comenzó a correr igual. Caímos sobre el otro edificio, yo sobre el.
Trataba de controlar mi respiración, el golpe había sido duro, me había sofocado.
-Al menos dime tu nombre, prometo no delatarte- hablo tomando mi rostro.
- Khristeen
-Es ruso ¿Lo sabias? - pregunta.
-Si- le respondo para luego besarlo.
Era mi única oportunidad, ese seria nuestro primer y único beso, no habría más. Fue ahí en donde aclare mis ideas.
-Vete-le digo.
-¿Qué?-pregunta confundido.
-¡Vete ya! Los distraeré-
-¿Por qué?-
-Solo no vuelvas, nunca más. Hazlo por mi si, y no te metas en líos-digo corriendo hacia el otro lado para despistar a la policía y darle tiempo de huir.
Desde ese día no supe nada de el. Una parte de mi quería verlo y tenia la esperanza de que volvería perono hubo mas de nada.