Entre en departamento que compartía con mi novio Timothée con bolsas del super en mis manos.
-¡Timo!-grito sin recibir respuesta.
Hago una mueca, seguro está viendo televisión o con los articulares puestos.
Tomo el pequeño pastel que había comprado, ninguna fecha en especial solo mucha hambre por mi síndrome premenstrual, lo normal.
Camine hacia mi habitación a paso lento tratando de quitar la cubierta de plástico del pastel cuando de pronto alguien me toma de los hombros detrás de mi dando un gran grito.
-Aaaaaaa-grito lanzándole al individuo el pastel en mi mano.
-Aaaaa- es ahora el extraño quien grita que no era un extraño sino el idiota de Timothée.
-¿Qué te sucede?- pregunto alterada mientras el se quita el betún de su rostro.
-Era una bromita. Ahora tu arruinaste mi perfecto cabello- se queja.
-Te lo mereces. Digo ¿Cómo se te ocurre? Tengo asma ¿Lo olvidas? -exclamo molesta.
-No lo hacía con esa intención cariño. ¡Demonios! - habla tocando su cabello arruinado mirándome molesto.
-Te lo ganaste a pulso- es lo único que digo caminado hacia el cuarto -Y tu vas a recoger ese desastre e ir por otro pastel- le informo.
-Y tu lavaras mi cabello- dice igual de serio causando que tuerza mis ojos.
Me regreso a donde se encuentra y lo jalo del brazo llevándolo hasta el baño del departamento.
-Entra a la tina- digo mirándolo.
-¿Con ropa?- pregunta.
-Como te parezca mejor- le digo abriendo la regadera deslizable y sacándola de su lugar.
Veo como Timo, su apodo de cariño, se saca la ropa excepto la ropa interior e ingresa a la tina acomodándose en el centro de esta.
-Que tímido muchacho, como si nunca te hubiera visto desnudo- me burlo comenzando a humedecer su cabello.
-Estas molesta y no me arriesgo a nada, n-a-d-a- responde comenzando a relajarse por la temperatura del agua.
-Nunca the haría daño cariño- me rio terminando de humedecer su cabello quitando de este unos pedazos de pastel que aún estaba ahí.
Este no me responde pero le veo con los ojos cerrados mientras comienzo a poner shampoo en su melena. Muevo los dedos con cuidado y masajeando se cabello. Timothée tenia una increíble melena, era abundante, larga, sedosa y con unos hermosos risos. A veces envidiaba su cabellera, eso era cierto.
-Dios, amo tu cabello- digo en voz baja causándole una risilla.
-¿Solo mi cabello?- pregunta.
-A veces a ti, pero solo a veces- le respondo tomando la regadera de nuevo para quitar el jabón en su cabeza.
-Auch, esa es una buena novia- se ríe.
-Si, ya era hora de que te enteraras que solo estoy contigo por tu cabello. Es un privilegio poder tocarlo, trenzarlo, lavarlo y hasta jalarlo durante el sexo- le respondo jalado unos mechones.
No me responde solo se ríe y duro unos minutos mas masajeando su cuero cabelludo. Al terminar tomo una toalla y comienzo a secarlo.
-Listo- le digo alejándome, pero este toma mi mano.
-Hey- me jala señalando para que me siente el un lado de la bañera.
-¿Si?-
Antes que pudiera continuar este me tomo de la cintura y me metió en la tina que aún estaba algo húmeda.
-¡Vamos!- le grito.
-Es mi venganza- se ríe pegándome más a el.
-Yo debería de ser la de la venganza- alego.
-Mmm, no. Creo que esto ya es un emparejamiento. Estamos a mano- dice antes de besar mi mejilla.
Holi. Tomare encuentra sus sugerencias y muchas gracias, en verdad ando muy perdida últimamente.
Pd. En verdad amo el cabello de este tipo.