Me miraba en el espejo tratando de ver si le faltaba algo a mi atuendo de esta noche.
Hoy era el aniversario 2 de bodas de Keanu y yo. Este había dicho que estuviera lista ya que luego de que volviera del trabajo me llevaría a cenar a eso de las 7. No faltaba mucho así que arregle los últimos detalles y me senté en la sala a esperarlo.
Me encontraba tan distraída que no note cuando Keanu llego hasta que estaba frente a mí.
-Luces preciosa princesa- dice tendiéndome su mano.
-Tu no te quedas atrás ¿Me dirás a donde vamos pregunté.
-A cenar a un restaurante italiano, te gustará. Pero no tanto como lo que haremos al regresar- hablo diciendo esto último en voz baja, que sin embargo logre escuchar pero solo me limite a reír.
- ¿Nos vamos ya o seguirás fantaseando? - le molesto.
-No es fantasear, es planear un poco acerca de nuestro futuro cercano- se defiende tendiéndome su mano para salir juntos de casa.
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-Este restaurante es muy bonito- comento mirando a los alrededores -Y elegante- agrego mirando hacia las personas bien vestidas que se encontraban en este.
-Luces bien Lucy, luces mejor que todas las personas aquí- me dice en el oído causándome un escalofrió.
Keanu siente como me tenso y sonríe ante su efecto en mí.
-Señor y señora Revees síganme, los llevare a su mesa- nos guía un atento mesero.
Este nos lleva hacia la planta alta del restaurant en donde se encuentran unas mesas más, pero este nos conduce hacia el balcón que deja una preciosa vista de New York justo delante de nosotros. Era una vista preciosa agregando que estaban algunas velas por todo el lugar.
-Mi amor esto es hermoso- le digo a Keanu mientras le abrazo.
-Lo mejor para mi princesa.
-Vamos, yo solo te compre un casco para tu motocicleta- digo mientras mi marido retira la silla para que me siente.
-No hay problema cariño, pero igualmente me lo podrías compensar si deseas, esta noche- dice cerca de mi oído dándome un pequeño beso en mi nuca.
Veo como se sienta delante de mí y llama con su mano al mesero.
- ¿Desean comenzar ya con la noche? - pregunta el joven cortésmente.
-Si por favor, a y desearía agregar algún aperitivo- le responde Reeves.
- ¿Algo en especial?
-No, lo dejare en sus manos- contesta.
-En unos momentos vuelvo- se despide el mesero retirándose luego.
- ¿Comenzar? ¿Hay itinerario o algo así? - cuestiono curiosa.
-Claro que lo hay, digo, ya están ordenados nuestros platillos, la bebida e incluso el postre. No quería nos estuvieran interrumpiendo a cada momento- explica.
- ¿Y eso por qué?
-Quiero privacidad con mi mujer.
-Aww me sonrojas- digo cubriendo mi rostro con mis manos.
-Me gusta consentir a mi mujer, y no solo por nuestro aniversario- responde.
En ese momento interrumpe el mismo joven de hace rato llegando con una botella de vino, dos copas y una pequeña cesta con ¿Bruschetta? había mencionado el tipo pero para mi eran pequeñas tostadas con algunas cosas sobre esta.