PersonajesxMale!Reader (Yaoi) [Volumen I]

High School DxD: Yuuto Kiba | Inercia y demonios nocturnos

Canción-OST: "The Number of the Beast" de Iron Maiden.

Tiempo estándar de lectura: 00:07:55

Palabras: 1666.

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Corrías sobre la calle. Estaba sola, muy sola incluso para la noche, con la calzada libre para andar. Pero no era buen momento, no. Las gotas de sudor corrían sobre tu rostro y tus piernas comenzaban a doler por el exceso de velocidad. Correr demasiado fuerte no era lo tuyo, pero esta vez debías hacerlo. Esta vez corrías por tu vida.

Exhalabas fuertemente, moviendo los brazos hacia adelante, esperando agarrar más impulso. No era suficiente. No querías voltear y asegurarte de que te seguían persiguiendo.

Volteaste levemente, veías al demonio a lo lejos. Entonces diste la media vuelta en la calle e intentaste esconderte. Un callejón. Entraste en él y te arrumbaste cerca de las bolsas de basura que había en este.

—Este es mi fin —dijiste casi llorando.

Y entonces comenzaste a rezar, esperando no ser escuchado. Al terminar, metiste las manos en tus bolsillos. Sentiste tu celular, unas monedas salidas, las llaves de tu casa y un papel que te habían dado.

Llevabas días sin limpiar aquellos pantalones, solo tomarlos y volvértelos a poner.

—Desearía que esto termine bien.

Pasaste involuntariamente tu pulgar sobre aquel extraño papel. Y después sentiste la primera lágrima correr por tu mejilla.

[...]

Seguir es la parte más difícil de una rutina.

Despiertas con el ritmo del reloj, te cambias de ropa, tomas un leve desayuno de café y galletas, tomas tus cosas y comienzas a andar entre las aceras hacia la Academia Privada Kuoh, cumplir con los deberes, regresar a casa, dormir.

Y el ciclo vuelve a repetirse.

No es que te fuera mal en la escuela, pero era la cuarta vez que te cambiaban sin motivo alguno. Nadie decía nada. Lo que te llamó la atención de dicho recinto educativo fue que antes era una escuela de chicas, por lo tanto la población de varones es muy ínfima y, entre todos, es fácil salir o sobrando o resaltando de los demás.

Eras un buen estudiante, por supuesto, mantenías notas regulares. Pero no eras del todo normal. No tenías amigos y mucho menos pareja, por algún motivo el estudiantado solía repelerte de todas las cuestiones posibles. Tampoco era que te importara mucho.

Caminabas por los pasillos hacia tu salón de clases cuando regresabas del baño. Ibas con la cabeza baja y con ambas manos en el bolsillo, sin mirar a nadie. Pero algo sonó de pronto.

—(t/n) —La voz de un chico te distrajo.

Detuviste tu camino y regresaste la mirada hacia el extraño. No era un extraño del todo. Era Kiba. El príncipe del lugar, el alumno más deseado de la escuela. Rubio, alto, con un porte perfecto. Era amado por las chicas y no soportado por algunos chicos, incluyéndote.

"¿Por qué se atrevió a hablarme?", pensaste. En fin, sacaste de tu mente su breve encuentro y seguiste tu camino.

Regresar al salón de clases no fue agradable. Al entrar escuchaste unas risitas nefastas que, creíste, se debían a tu llegada. Y en plena concentración fuiste atacado por algunas bolitas de papel ensalivadas. Después, cuando volviste a salir del salón y regresaste, tu escritorio fue inundado de papeles molestos.