PersonajesxMale!Reader (Yaoi) [Volumen I]

Pokémon Negro y Blanco 2: Marlon | Al borde del agua

Canción-OST: "Vacaciones de Verano" de She's a Tease.

Tiempo estándar de lectura: 00:08:19

Palabras: 1751.

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Era la primera vez en tantos días en el que decidías salir de tus aposentos y suspirar la brisa marina. Por fin tenías una motivación para hacerlo, más allá de que lo ibas a ver a él. Ya tenías meses ahí en Teselia, pero te faltaba mucho por conocer. Y debido a la situación ahora irías a conocer la playa de la ciudad. Y era increíble el asunto puesto que tenía años que no ibas a un sitio así. Te llamaba la playa, el calor de la arena, el olor del agua salada.

Pero lo peor de todo, estabas yendo muy tarde.

¿Tardaste en arreglarte? Tal vez. ¿Tardaste en tomar el transporte? Sí. En fin, ibas corriendo como loco con el fin de llegar lo más pronto posible. Una camisa de rayas blancas con verde limón, un pantalón de mezclilla algo viejo y desgastado, un par de sandalias aguamarina y una mochila con algunas cosas eran tu vestimenta para tal día. Con un muy singular error, cabe destacar.

Cuando estás cerca de llegar ves cómo Marlon te está esperando. Él fue el que inició con el plan de salir a la playa, contando que más chicos del gimnasio iban a ir con ustedes. Inició acomodando lo que llevaba a medida de que tú llegabas tarde. Entonces es cuando él voltea al verte llegar.

—¡(t/n)! —Grita Marlon, levantando una mano saludándote, y mostrando una hermosa sonrisa y sus ojos cerrados.

—¡Hey, Marlon!

Te acercas hacia su lugar asignado en la arena, bajas la mochila y pones tus manos sobre las rodillas, esperando juntar el aire suficiente.

—Perdona... Por llegar tan tarde —dices entre jadeos—. Gracias... Por esperarme.

Entonces lo examinas más. Aquel chico estaba ahí, esperándote, dejando lucir sus estrafalarios cabellos azules, piel bronceada y traje de baño, y a la postre estaba sin camisa dejando exhibir su cuerpo formado y todo su esplendor.

—No hay problema —contesta feliz—, me alegro de que hayas podido venir.

Esa sonrisa, esa sonrisa que te mantenía feliz y excitado por dentro. Vaya, como amabas a ese chico.

—¿Y dónde están los demás? —Preguntas.

—Lamento decirte que algunos cancelaron —contesta—, y algunos más están a punto de llegar. Probablemente se les hizo tarde, al igual que tú.

—O sea, ¿Sólo estamos nosotros dos?

—Por el momento parece que sí. Así es, (t/n).

Suspiras un poco aliviado y decides sentarte en la arena.

—Entonces, ¿Qué haremos primero? —Pregunta Marlon—. ¿Qué tal si nadamos? O podemos bucear o surfear. No está de más.

—Todas son buenas ideas. Aunque, por el momento, no sé... Quisiera hacer algo más sencillo.

—¿Por qué?

—No lo sé. Pero podemos pensar en algo. Además... Por tanto correr, me siento como si se me fuera a salir el alma.

—Tienes que trabajar en tu condición física, (t/n) —añadió con algo de pena.

Entonces te levantas, te quitas las sandalias y comienzas a acercarte hacia el mar. Con total libertad pones uno de tus pies en el agua y sientes lo peor. El agua está muy fría y te hace sacar el pie de inmediato. Solo escuchas como Marlon se ríe ante lo que ha pasado y regresas la mirada, un poco indignado, hacia él.