Nota importante:
1) ¿Saben que?Falta el capítulo final solamente.
Estoy orgullosa, no de mí ni de la novela, o quizás si un poco de la novela; pero principalmente de la cantidad hermosa de lectores que siempre dejan sus comentarios hermosos tanto en Wattapad, Facebook e Instagram. Hoy, llegamos a la cantidad de cincuenta mil lecturas, quizás para algunos eso parezca poco pero para mí, son cincuenta mil oportunidades que me dan para ser mejor en esto que hago.
Sé que no es la mejor novela del mundo literario y también sé que me falta pulir un montón de cosas, pero cuando veo los mensajes de apoyo, los testimonios de acoso y violencia o los simples comentario de animo; me hacen pensar que a lo mejor no estoy tan errada en el camino que va la historia.
2) Desde ya quiero agradecer a todos por interiorizarse en el asunto, si bien no todos tenemos un testimonio sobre trafico, muchas de las mujeres tenemos (lamentablemente) uno sobre acoso, y creo que este es un buen lugar para hacer publico y dejar atrás los miedos y prejuicios.
Particularmente, soy/fui victima del "acoso callejero", un flagelo que pareciera no se termina más, pero que de a poco vamos tomando conciencia de lo mal (espantoso) que es eso, y me gustaría que se animaran a contarme, si algunas fueron o son victimas de esta pesada carga que nos dejó años y años de machismo.
Juntas, somos más. Estoy acá siempre para sus confidencias y recuerden, Hermana, yo te creo.
Los dejó con el capítulo...
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Samara
Cuando abrí los ojos tuve ese pequeño impase de dos o tres maravillosos segundos en el que tu cerebro no termina de orientarse; hasta que caí en cuenta que me encontraba en la caja de una camioneta sucia en movimiento.
Quizás debí disfrutar un poco mejor mis tres segundos de amnesia porque cuando acabó, una seguidilla de imágenes se reprodujo en mi memoria, como si fuese la mejor película de terror.
Recordaba absolutamente todo lo ocurrido...
Cuando Ilay dio un paso en dirección a mí, lo primero que vino a mi mente fue cerrar la puerta. Él debió anticipar mi movimiento porque bloqueo mi intento de protegerme, hice acopio de toda mi fuerza, pero aun así él podía derribarla, conmigo detrás. Cuando desistí, pensé en escapar; Suena idiota pensando que el gitano ya tenía un pie adentro del departamento, pero no perdía nada más por intentarlo.
Corrí como pude por la sala, mi objetivo era llegar a la habitación en donde Damián guardaba celosamente, una pistola dentro del armario. Ilusa fui al creer que podía llegar hasta al otro lado de la casa, porque de inmediato sentí como era arrastradas hacia atrás y como unos brazos me rodeaban para levantarme en el aire.
Supe que era Ilay quien me tenía apresada porque me susurraba al oído que me calmara, como si eso fuera posible. Agité mi cuerpo y traté de patear alguna parte de él, sin ningún éxito; mordí con fuerza la mano que me oprimía la boca y cuando sentí el metálico sabor de su sangre, me soltó.
Esa fue mi oportunidad, con toda la agilidad que tiene una mujer a punto de parir, me acerqué a la cocina que estaba frente a mi y tomé una cuchilla que estaba sobre la mesada, me di la vuelta para encarar a Rade que estaba a solo unos pasos.
— Aléjate de mí, traidor.
Rade estaba a menos de un metro de distancia y levantaba ambas manos en símbolo de paz. Detrás de él apareció Ilay con el rostro descompuesto por el dolor y me permití sonreír un poco y volver a acercar la cuchilla en su dirección. Ambos retrocedieron cuando repetí la acción dos veces, a la mierda todo, no había llegado hasta aquí sin pelear.
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Jacharí
RomanceNovela autorizada por la Asociación Nacional Madres Víctimas de la Trata Una mujer escapando de un destino ingrato y de costumbres antiguas, encuentra escape en un pueblo perdido, sin saber, que el mundo ilícito y oscuro del tráfico humano se está p...