IlayA través del vaso que bebía, vi que Pietro y mi padre se sentaban en el salón VIP del antro. Aunque a mi padre no le gustará ser un invitado en un prostíbulo ajeno, hacía uso y abuso de las comodidades que ofrecía el italiano y sus mujeres; por eso mismo me pareció raro que no se distrajera con la hermosa morena que le estaba sirviendo un trago.
-¿Qué pasa?
No distinguía mi voz y me di cuenta de que las seguidas copas de Vodka sumado a los varios paquetes de Crack empezaron a hacer mella en mi mente. Era una rutina recurrente desde al menos tres o cuatro meses, todos eran intentos vanos por apagar la voz de mi Sam.
Pero nada la callaba, nada podía hacer que sus palabras murieran como ella lo hizo.
Contaba más los minutos sobrios que los que pasaba intoxicado, eran muy pocos, pero bastaban para devolver la asquerosa realidad a mi conciencia.
-Jonas investigó el allanamiento a Paradise.
-¿Qué sacó? - Pregunté aburrido
Pietro arrojó frente a mi un sobre de madera, por la cara de mi padre, no eran buenas noticias.
Dentro del sobre saqué al menos diez juegos de papeles que no logré entender por el excesivo uso de droga en el día.-No entiendo.
Un fuerte cachetazo en la nuca hizo que me mareara y mirará a mi padre que me veía furioso
-Dice que llegó a la delegación un sinfín de testimonios y declaraciones exactas de cómo, donde y cuando hacíamos la mierda de negocios. - Dijo mi padre - Todos archivos que se guardaban en tu maldita habitación.
-Es imposible...- Susurré, aunque no se escuchará por la fuerte música que venía del piso de abajo donde estaba la pista
-Alguien cercano a ti, al antro declaró en nuestra contra.
- ¿Quién?
No entendía quien podía hacer algo como eso, no solo necesitabas cada gramo de información para tratar de hundirnos, también necesitabas valor para enfrentarte a la mafia que estaba detrás de ello.
Nadie se me ocurría, no tenía ninguna pista más que diez mil nombres que se abrían frente ante mis parpados. No estaba en mis cinco sentidos y admitía que nada entraba en mi cerebro en este momento, pero tenía que hacer mi mejor esfuerzo para dar con el maldito que nos había arruinado un negocio millonario.
-Mira las fotografías. - Dijo Pietro
Vi que detrás de todos los papeles, había dos o tres imágenes en blanco y negro que diferenciaban siluetas diferentes. Todas eran en el mismo plano, tenía una pésima calidad dado a que fueron sacadas de alguna cámara de seguridad, todas las imágenes tenían el mismo escenario cutre y seco de una oficina de delegación.
La primera imagen me mosqueo un poco, estaba de un lado del escritorio un joven policía, de esos que jugaban a ser ultra legales y que creían que no había un precio para su "honestidad"; del otro lado esta la ex doctora de Paradise, Margaret.
-¿La doctora? - Pregunté sin creerlo, ella jamás había entrado a mi habitación en donde guardaba los documentos importantes y comprometedores, si bien tenía contacto con las mujeres, no era algo que nos llevará a la ruina
-Ella junto a otras personas de interés. - Dijo Pietro incitándome a ver las demás fotografías
En la siguiente veía el mismo escenario con el mismo oficial, solo que veía a una rubia de cabello largo y ojos claros que no llegaba a distinguir por la calidad, pero los rasgos de la mujer me resultaban increíblemente conocidos.

ESTÁS LEYENDO
Jacharí
RomantikaNovela autorizada por la Asociación Nacional Madres Víctimas de la Trata Una mujer escapando de un destino ingrato y de costumbres antiguas, encuentra escape en un pueblo perdido, sin saber, que el mundo ilícito y oscuro del tráfico humano se está p...