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—Toma— Valery miró con desconfianza la taza cuando la cogió.

— ¿Qué es?— preguntó en susurro.

— Chocolate calientes— soltó un suspiro de alivio al saber que no era café.

Si bien no debería estar tomando el contenido de la taza porque vamos ¿Quién en su sano juicio bebería algo que un extraño le dio? Pues al parecer la única estúpida por hacer eso era Valery.

— En verdad que eres muy hermosa— le dijo el hombre e inmediatamente se sonrojo.

— Uh, gracias señor— ¿Qué? Debería de ser amable con su posible asesino, él le dio chocolate caliente, está justificado.

— Rohan, me llamo Rohan pequeña— el hombre se sentó a sus lados en el sofá.

— Rohan— Pronunció lentamente mientras miraba la taza y escucho como gruñó.

— Pronuncialo otra vez— Valery parpadeo varios veces al escucharlo gruñir de nuevo y se movió incómoda en el sofá, separándose más de él.

— Mi nombre es Valery— susurro con algo de miedo, bien, ya no sería amable, lo golpearía aunque no tuviera la oportunidad de salir corriendo como siempre.

— Valery... Pronuncia mi nombre de nuevo, por favor— el hombre se acercó más a ella.

Tragó saliva mientras se movía de nuevo para alejarse pero no pudo ya que estaba ya al final del sofá y lo tenía prácticamente encima de ella.

— Rohan— susurro con miedo.

Rohan volvió a gruñir y puso su nariz en su cuello, volviendo a olfatearla, no sabía si ponerse a llorar por el miedo o si gemir porque ahora le besaba el cuello.

— Me encantas y sólo he estado unas horas contigo— nisiquiera quiso responder, estaba tratando de saber que era lo que estaba pasando.

— A-Ale-jate— pidió en un susurro, a punto de llorar.

— Valery— Rohan suspiró— Sigues helada, te traeré algo para que te arropes— se separó de ella y se perdió en el pasillo.

Suspiro aliviada y se limpió la lágrima que había logrado salir, dejó la taza en la mesita que había enfrente de ella y espero con angustia a que Rohan regresará, si no fuera porque tenía frío ya se hubiera ido.

Todavía podía sentir los labios de él sobre su cuello, se estremeció al verlo llegar a su lado, la envolvió con algo rojo que la abrigaba mucho, frunció el cielo y lo miró.

— ¿Qué es esto?— preguntó al darse cuenta de que no era una manta común.

— Es una capa, más preciso, una caperuza— abrió los ojos y la boca sorprendida mientras miraba la tela y a Rohan.

— ¿Qué eres?— susurro con miedo mientras se levantaba.

— Pensé que ya lo sabías— le miró con el celo fruncido— Soy un hombre lobo.

Y con eso Valery corrió por el pasillo y entró por la primera puerta que se cruzó y se encerró con miedo.

Debió de verlo venir, si se comportan como un perro olfateando a su dueño cuando llega a la casa.

¡Wafles! ¡Wafles! ¡Y más wafles! Rápidamente activo su sistema mientras escuchaba a Rohan golpear la puerta de la habitación, busco lo más rápido posible y activó el escudo electromagnético cuando la puerta se abrió.

— Valery..— Rohan cambió rápidamente su expresión al ver el escudo. — Tú... ¡Eres una de ellos!— gruñó enojado mientras se acercaba a ella y golpeaba el escudo asiendo que saltara.

— Pensé que ya lo sabías— lo imitó mientras se señalaba la ropa.

— ¡Devuélveme la maldita capa!— Rugió.

— ¡¿Por qué debería de hacerlo?!— preguntó gritando.

— Hazlo o te mataré— dijo serio.

— ¡Sabía que lo harías!— chilló algo alterada— ¡Conozco a las personas que son como tú! ¡Dicen que no nos harán daño pero siempre terminan haciéndolo!— ¿Cómo iba a regresar al castillo si Rohan sabía que ella tenía la capa y que era muy probable que si se iba la iba a perseguir?

Rohan gruñó más fuerte y eso hizo ella comenzará a llorar, se comenzó a sentir mal y cayó al suelo.

— ¡Valery!— Rohan trato de acercarse pero el escudo no le permitío. — ¡Quita el escudo!— Valery como pudo negó con la cabeza— ¡Valery!— lo escuchó angustiado, pero cada vez se escuchaba más lejos. — ¡Valery! ¡Por favor!— Rohan sollozó. — ¡Valery! ¡No! ¡No! ¡Compañera!— fue lo último que escuchó cuando todo se volvió negro.

Rohan sentía como el aire le faltaba, Valery, su compañera de vida, estaba en el suelo inconsciente y él no podía hacer nada por el dichoso escudo, se comenzó a desesperar más cuando Valery comenzó a evaporarse.

Cuando por fin pudo llegar a ella ya no estaba, ni Valery ni la bendita capa, el solo debió de llevarla a su habitación y abrazarla hasta que su calor corporal la calentará ¿En qué momento se le ocurrió que era buena idea larga ese objeto? Debía de advertirle a la manada lo más pronto posible.

Si Valery estaba buscando un objeto y encontró la capa, debería de haber más personas buscando allá fuera, si debía de llamar rápido a la manada.

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